Ecuador
Viaje al Relámpago del Catatumbo: Agencia AFP capta impresionantes imágenes de la “capital de los relámpagos” y la vía láctea en Venezuela
El Relámpago del Catatumbo, que nace en el Lago de Maracaibo, en el estado Zulia de Venezuela, es considerado un "faro" que durante siglos ha sido una guía de navegantes, reseña la agencia AFP. Tal es la cantidad de relámpagos que caen cada año, casi todos los días, que el lugar recibió la distinción de […]
El Relámpago del Catatumbo, que nace en el Lago de Maracaibo, en el estado Zulia de Venezuela, es considerado un "faro" que durante siglos ha sido una guía de navegantes, reseña la agencia AFP. Tal es la cantidad de relámpagos que caen cada año, casi todos los días, que el lugar recibió la distinción de "capital mundial de los relámpagos. Un equipo de la AFP viajó al lugar donde se aprecia este fenómeno único en el planeta.
La zona del Catatumbo, cercana a la desembocadura del río Catatumbo, que se funde con el Lago de Maracaibo, obtuvo en 2014 un récord Guinness como el sitio con mayor cantidad de tormentas eléctricas del planeta. Su promotor, el ambientalista venezolano Erik Quiroga, señala a la AFP que para ese año estaban documentados unos 250 relámpagos por kilómetro cuadrado, a razón de 1,6 millones de relámpagos por año.
Y en 2016, un estudio de la Nasa certificó que el Lago de Maracaibo, y más concretamente la zona del Catatumbo, es la capital mundial de los relámpagos, al recibir un promedio de 233 destellos por kilómetro cuadrado por año. Ligado a la investigación del fenómeno desde hace 26 años, Quiroga dice que estos destellos lo remontan a su infancia, cuando lo vio por primera vez en Bobures, sur de Zulia. "Es la sonrisa de la noche".
Algunas noches, además de los resplandores, puede verse la vía láctea y un cielo tan salpicado de estrellas que no se necesitan telescopios, ni equipos especiales para apreciar un espectáculo tan alucinante como inverosímil. Los destellos son tan rápidos como los flashes de una cámara. No hay truenos, solo luz.
Algunos son "culebreados", como le dicen los locales a los relámpagos acompañados por rayos. Unos tocan el espejo de agua con tal rapidez que apenas son procesados por el ojo humano, y otros impactan en la altura entre sí formando figuras fulgurantes en las nubes.
Contribuye al espectáculo la falta de electricidad. Los enormes generadores eléctricos que suministraban energía a estos pueblos tan alejados de tierra llevan años dañados, un cuadro agravado por la escasez de combustible, vital para hacerlos funcionar.
El resplandor ha permanecido inalterable pese a las amenazas que se ciernen sobre los bosques y pantanos desde donde se forman estos destellos, cuyo epicentro se ubica dentro de áreas protegidas, pero sin resguardo de las autoridades desde hace años. Este resplandor silencioso puede verse durante casi todo el año, con más nitidez entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Relámpago del Catatumbo y vía láctea: escenas alucinantes en paraje de Venezuela #AFP https://t.co/Fwy7btVz5Y
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Para llegar hasta uno de los puntos de observación de los relámpagos, en la laguna de Ologá, se necesita un recorrido de unas tres horas en lancha. Desde ahí, puede verse el vuelo de aves, las piruetas de monos araguatos trepándose entre árboles y hasta delfines que saltan de vez en cuando mientras nadan en grupos. (I)
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