Así fue como Baltazar Ushca, "El último hielero" de Ecuador, recibió una sorpresa de youtuber ucraniano que lo acompañó a escalar el Chimborazo (VIDEO)

A sus 77 años, Baltazar Ushca sigue escalando el volcán Chimborazo en busca de hielo milenario. Como un niño, se emociona al recorrer los senderos que le llevaron hasta el “oro” glaciar que le permitió levantar a su familia.

"El Último hielero del Chimborazo", aunque con menos frecuencia que durante los 60 años que lo hizo a diario, subió parte del coloso, de 6.263 metros de altura, en compañía de Dmytro Komarov, un presentador de televisión ucraniano que le dio una sorpresa que jamás imagino.

La experiencia quedó registrada en el programa “El agua más pura del glaciar por el legendario rompehielos”, el episodio 10 de "El mundo al revés", que Dmytro junto al cineasta, también ucraniano, Oleksandr Dmytriev, transmiten en Youtube.

En 44 minutos, el youtuber compartió en la plataforma digital, el 6 de julio de 2022, su asombro por la majestuosidad del Chimborazo, a la par que aprendió del “último hielero de Ecuador”, los secretos de la casi extinta profesión de los mineros del hielo.

Hielo para construir un pueblo

En 60 años, Baltazar Ushca escaló 21.900 veces el Chimborazo, recogió 216.000 piezas de hielo de 30 kilos cada una, con las cuales podría haber hecho una fila de al menos 100 kilómetros o construir un pueblo completo.

Estos son los cálculos de Dmytro Komarov al conocer de boca de su protagonista, el día a día de este hombre de pequeña estatura, sonrisa generosa y manos inmensas de tanto “amasar” los glaciares del volcán.

Con Carmita, su hija y Juan, el yerno,"El último hielero" subió al volcán para explicar al influencer ucraniano cómo es la búsqueda y transporte, en dos burros, del producto que hasta hace 30 años era muy apetecido en Riobamba y otras ciudades de la provincia de Tungurahua.

Esta profesión de minero del hielo fue desapareciendo con la llegada de las refrigeradoras. Arrancar manualmente los trozos de hielo milenario y transportar los pesados bloques en burros hasta las ciudades cercanas dejó de ser una necesidad para conservar los alimentos.

Sin embargo, Baltazar Ushca mantiene vivo el oficio gracias a su yerno e hija y eventualmente el nieto, que suben a buscar piezas para vender a dos locales que usan el producto en sus jugos y cócteles.

Cómo un youtuber ucraniano sorprende a Baltazar Ushca

El programa sobre el último hielero se desarrolla tanto en la montaña como en Riobamba. Dmytro Komarov y la familia Ushca venden algunos bloques de hielo a dos locales, prueban las bondades de la pieza glaciar, pero el resto de los trozos los compra el youtuber.

La razón es que de Dmytro tiene un plan para ayudar a Baltazar. Por los bloques que arrancaron al volcán solo les dan no más de 10 dólares por cada uno. Un esfuerzo titánico que no se compensa en lo económico.

El ucraniano planea entonces que la familia comience a monetizar su emprendimiento.

Es así como tras realizar las pruebas de laboratorio de la calidad del hielo del Chimborazo y compararla con el hielo que venden los comercios, determinan su pureza.

Con la ayuda de una empresa productora de agua mineral, el youtuber consigue procesar los bloques que compró a Baltazar y convertirlos en agua debidamente filtrada y envasada.

Con el resultado en las manos, 162 botellas plásticas del líquido milenario, y con la etiqueta “Agua Baltazar”, el ucraniano sorprendió al “Último hielero”, quien no imaginaba que podría multiplicar sus ganancias si el emprendimiento ideado por su nuevo amigo, rinde frutos.

De vender cada agua embotellada en 3 dólares, la ganancia de las 162 botellas con las que iniciará el negocio la familia obtendrá 486 dólares.

El compromiso de la familia Ushca es llevar los bloques a la empresa productora de agua para envasarla y venderla en los espacios culturales y tiendas que desde ya están interesadas en comercializar el "Agua Baltazar".

"El último hielero" agradece como mejor lo sabe hacer: con ojos de felicidad y su generosa sonrisa; y Dmytro, satisfecho, toma una selfie como recuerdo de su aventura para "El Mundo al revés". (I)