Sathiri Hats, el emprendimiento de una ibarreña en Argentina que marca tendencia con sombreros artesanales de Ecuador

Prisilla Jácome 
Desde Buenos Aires
Especial para Diario Qué!

Lo autóctono siempre fue motivo de orgullo para Nicole Rosero Jijón. Mezclar alpargatas con jeans y lucir un sombrero de fibra era una forma cotidiana que tenía para, a través de su forma de vestir, reafirmar sus orígenes ibarreños. Por eso, cuando decidió mudarse a Buenos Aires para realizar sus estudios universitarios, no fue una sorpresa que llevase consigo un sombrero ecuatoriano. Lo que sí fue una novedad, fue la reacción de los argentinos ante su accesorio típico.

“Cada vez que yo usaba un sombrero de Ecuador en Argentina era una revolución. Yo iba a un desfile con mi sombrero y todo el mundo se enloquecía. Me decían préstamelo, regálamelo, véndemelo”, relata con emoción Rosero, quien asegura que aprovechaba esas instancias para hablar de nuestro país, sus tradiciones y la vestimenta típica. “Fue muy cool ver que en Argentina la gente veía al sombrero de otra forma, más relacionado a la moda. Lo apreciaba, le parecía lindo y surgían unas charlas geniales porque yo podía tomarme la licencia de contarles de dónde viene, cómo está hecho, por quiénes. Por muchos lugares dejaba esta información”, añade.

El sombrero de fibra no solo la hizo ser el centro de atención de innumerables eventos y embajadora de la cultura nacional, sino que además se convirtió en una oportunidad de negocio.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por SATHIRI (@sathiri_hats)

Nicole asegura que comercializó un par de sombreros que logró llevar tras algunos viajes a Ecuador para medir la aceptación. En poco tiempo confirmó que existía un nicho de mercado. En 2019, decidida y con un plan de negocio establecido decidió oficialmente dar vida a su emprendimiento: Sathiri, una palabra quechua que significa “sembrador”.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por SATHIRI (@sathiri_hats)

Apoyada en sus estudios

El amor a la moda y al diseño de indumentarias, sumada a una formación artesanal, se transformaron en el motor de su negocio, mientras que sus estudios universitarios especializados en Recursos Humanos, en la Universidad de Palermo, se volvieron la herramienta necesaria para llevar adelante la logística de Sathiri Hats.

“La carrera me dio una visión bastante amplia del manejo de un negocio y el trato con la gente; me enseñó sobre negociaciones, coaching y contabilidad. Todas esas cositas sirven bastante cuando tienes un emprendimiento”, asegura la joven de 30 años.

Durante los últimos tres años, Sathiri Hats se ha dado a conocer por su calidad, logrado principalmente por su materia prima que es estrictamente de origen ecuatoriano, ya que nuestro país es uno de los dos productores del fieltro necesario para la elaboración del sombrero.

El otro país, según comenta Rosero, es Bolivia. Con el textil nacional, que es la base del accesorio que es completamente hecho a mano, la emprendedora trabaja sombreros de paño fino que varía entre un gramaje de 180 a 200.

Sombreros ecuatorianos en Argentina: vanguardistas y modernos

Por otro lado, lo distingue además su propuesta vanguardista y moderna que apunta a un público joven, innovador y multifacético. “No queríamos hacer solo un sombrero fino y elegante, queríamos ponerle rock, ponerle thrash”, recalca Rosero. Este ideal de impronta no es algo que solo soñó, sino que es visible en sus redes sociales, especialmente en Instagram, donde es posible ver a varios de los clientes luciendo sus sombreros monocromáticos y sobrios en distintos escenarios de la geografía argentina.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por SATHIRI (@sathiri_hats)

La popularidad de la marca había logrado que Rosero produjera ventas de entre 30 a 35 sombreros mensuales hasta inicios de 2020. Si bien las ventas cayeron durante el inicio de la pandemia, lo cierto es que los pedidos no han decaído en Sathiri Hats. El problema actual es la situación geográfica de Rosero, pues hace un par de meses viajó a Ecuador y por las nuevas restricciones de ingreso a Argentina no ha podido retornar. “La pandemia entorpeció mi sistema de trabajo pero no desde la demanda sino desde la oferta porque en Argentina no tengo la materia prima y, por ende, sombreros”, explica. Mientras esto sucede, la CEO de la marca señala que trabaja con otros proveedores para poder enfrentar la demanda parcialmente con otros productos de su catálogo.

Sombreros de paño fino, de cuero, boinas captain y pilusos bucket son algunos de los tipos de accesorios que propone la marca en el catálogo de sus productos que actualmente se comercializan en Buenos Aires y San Martín de los Andes, al sur de Argentina. Así consiguió darle sentido al nombre de su negocio: sembrar la tradición local en el exterior. (I)

Lea además:

• Las laboriosas manos de Zoila Barbecho tejen tradicionales y hermosos sombreros de paja toquilla en Cuenca
• Hábiles artesanos ecuatorianos mantienen viva la tradición de la fabricación del sombrero de paja toquilla y la pasan de generación en generación
• En ‘Ayni’ se apunta a la reactivación económica de los artesanos azuayos