Así se viven las emergencias del ECU911 desde la óptica de la mujer
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Ecuador

Impactantes relatos de emergencias atendidas y resueltas por el sensible tacto de una mujer en los servicios del ECU911

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La intensidad con la que se viven las jornadas diarias en los servicios de emergencia en el Ecuador, necesitan de personal óptimo y sensible que atienda cada caso en particular. En este tipo de organizaciones gubernamentales no hay eventualidad sencilla. Cada segundo en el que se atienda una llamada es fundamental para salvar una vida. […]

Foto: cortesía ECU911.
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La intensidad con la que se viven las jornadas diarias en los servicios de emergencia en el Ecuador, necesitan de personal óptimo y sensible que atienda cada caso en particular. En este tipo de organizaciones gubernamentales no hay eventualidad sencilla. Cada segundo en el que se atienda una llamada es fundamental para salvar una vida. Por lo tanto, conoce estos impactantes relatos de situaciones que fueron resueltas por mujeres en llamadas realizadas al ECU911.

La palabra sensible no es un término que obligatoriamente tiene que estar relacionado a una mujer. Sin embargo, la sutileza de ponerse en la piel de una persona que está atravesando una emergencia es parte de la cátedra que las mujeres han impartido en el ECU911.

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"El apoyo desinteresado es la mejor forma de ayudar a los demás", dice una de las 632 mujeres que trabaja para la institución. Su premisa es una especie de norma que se instaló en la organización y que ahora todos practican a diario.

Casos impactantes: resultados gratificantes

El portal del ECU911 recoge algunos de los testimonios más impactantes que han sido atendidos por mujeres al servicio de la población. En algunas de las situaciones, estas damas ni siquiera estaban dentro de su horario laboral. Pero la vocación de ayuda es una fuerza que sobrepasa cualquier límite.

Erika Dionisio trabajadora del Cuerpo de Bomberos de Quito, resalta un caso que le marcó dentro de su carrera como rescatista. "Fue en el sismo del 16 de abril (2016, Manabí). Ingresó una llamada desde la zona del terremoto porque las comunicaciones se enlazaron con Quito. Había ocho personas atrapadas dentro de una fábrica, algunas ya estaban inconscientes y teníamos que mantener en la línea al único ciudadano que estaba despierto para que pudiera entregar la información a los rescatistas", relata Erika.

Fueron momentos desesperantes debido a la magnitud del movimiento sísmico, pero en los que Erika se tuvo que mantener firme para ofrecer seguridad a las víctimas. "Los rescatistas llegaron y lograron salvar a los ocho. Ese día sí nos marcó a todos, ver en las noticias que esas ocho personas fueron salvadas nos llenó de alegría", afirmó emocionada.

Aunque pareciera obvio, las mujeres a cargo de estas situaciones resaltan que todo agente que está detrás de una llamada al 911 es un ser humano "lleno de emociones y sentimientos". Y aunque las operadoras y operadores que atienden cada caso mantienen la empatía, serenidad y tranquilidad que se requiere "después de colgar la llamada y atender la emergencia entonces podemos decir ‘bueno… ya pasó, ya estamos bien", sostiene Gabriela Villavicencio, evaluadora de llamadas del ECU911.

Persecución y aprehensión

Daysi Endara, oficial de la Policía Nacional atendió el caso de un lamentable asesinato. El llamado oportuno de los testigos y la actuación de la agente por teléfono, en conjunto con los oficiales en el sitio, sirvieron para atrapar al homicida.

"Se registró una muerte violenta en la av. Naciones Unidas. Quien llamó al 911 fue mi compañero que estaba persiguiendo al causante y me indicaba las calles,  las características del sospechoso que pretendía huir. Con el apoyo de otras unidades policiales se pudo aprehender al ciudadano. Atender este tipo de alertas te llena de energía y de adrenalina porque parece que yo estuviera en la persecución", manifiesta Daysi con orgullo.

Las emergencias no conocen de "horarios laborales" en el ECU911

Jenny Jácome trabaja en la Agencia Metropolitana de Tránsito. Su relato se desarrolla durante una tarde común en la que iba saliendo de su su turno laboral.

Estaba esperando el bus y presenció un accidente de tránsito; específicamente vio como atropellaron a un niño. "Realicé el procedimiento porque como agentes de tránsito estamos preparados para la oficina y el territorio. Fue interesante atender este caso porque el niño no sufrió heridas de gravedad y la conductora (que estaba nerviosa y no tuvo la culpa porque el pequeño se cruzó la calle sin ver) no fue arrestada".

Cada testimonio que se recoge en estos relatos tienen una frase en común: "ayudar a salvar vidas es muy gratificante". Asimismo, en las declaraciones de las agentes que trabajan en el ECU911 es común encontrar expresiones como: "Me apasiona lo que hago porque lo hago con amor" o "soy una mujer valiente. Hago bien mi trabajo porque sé que alguien más quisiera estar aquí".

Estas manifestaciones nacen de lo más profundo de su ser. Demuestran pasión, coraje y quizás lo más importante: entrega. Todo en beneficio de la sociedad; cada una contribuye desde su espacio a la seguridad y a la atención de emergencias en el país. Son simplemente un ejemplo a seguir.

 

(I)

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