Veinticuatro mujeres en todos sus ciclos de vida integran el Primer Consejo Consultivo de Guayaquil

Guayaquil / Jennifer Guamán O.

Con 59 años, Mercedes Pilaloa, tiene muchas experiencias para contarle al mundo. Y no solo por la sabiduría que le otorgan los años, sino también por su valentía para enfrentar a una sociedad que en muchas ocasiones no le mostró su mejor rostro.

Nació en un hogar humilde y su vida seguía su curso con normalidad, cuenta. Al llegar a los dos años contrajo poliomielitis, una extraña enfermedad que amenazaba con reducir su movilidad. Fue así como su vida empezó a dar un giro que la llevaría a autodescubrirse y valorarse.

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No fue sino hasta los 53 años que Mercedes dejó el bastón para usar una silla de ruedas. La enfermedad había logrado su cometido, paralizando su motricidad en las piernas. Sin embargo, lo que no paralizó fueron sus ganas de hacer visible los derechos y necesidades de las personas con discapacidad.

Desde la Asociación de Hemipléjicos, Parapléjicos, y Cuadripléjicos del Guayas (Asopléjica) ha logrado conseguir el apoyo de varias entidades, entre ellas, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) y el Municipio de Guayaquil, para la construcción de rampas y parqueos inclusivos en la ciudad.

Un mismo espíritu luchador

Ese mismo espíritu altruista lo tiene Tatiana Álvarez, aunque desde una perspectiva un tanto diferente. A sus 30 años, ha tenido el infortunio de visualizar desigualdad de género en distintos escenarios. Uno de ellos es el hogar, en donde asegura que la mujer no solo debe dedicarse al trabajo no remunerado de la casa (quehaceres domésticos), sino también a tomar las riendas de este.

Comenta que se ha involucrado en diferentes ámbitos de labor social. “He trabajado de voluntaria en organizaciones que se encargan de construir casas, voluntaria como profesora… y ahora trabajo en una oenegé que brinda asistencia a personas en situación de movilidad humana”. Pero en toda su experiencia profesional asegura que entre el 80 o 90% de los compañeros que ha tenido son hombres.

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Tatiana cree en la capacidad que tienen las mujeres para liderar, emprender y participar en distintas actividades políticas. Dice que “el problema es que los hombres ya están acostumbrados a estar en el poder, ya sea en lo empresarial o político”.

Se deben enseñar bases desde la niñez

Considera que para lograr la visibilidad de la mujer en distintos campos, se debe enseñar las bases del respeto y equidad desde la niñez. Alguien que está interesada en conocerlas es Valeska Rodríguez, de 12 años, quien a su corta edad quiere aprender del tema para no formar parte de la violencia y desigualdad de género.

Mercedes Pilaloa, Tatiana Álvarez y Valeska Rodríguez son parte del Primer Consejo Consultivo de mujeres de Guayaquil, conformado el pasado miércoles 24 de febrero, en el auditorio del Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil (CCPIDG).

Expresan necesidades desde su territorialidad

Son 24 mujeres (12 principales y 12 suplentes), representantes de los 10 distritos de planificación de la ciudad, quienes fueron escogidas de forma democrática durante una asamblea cantonal y en presencia de veedores públicos.

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Vicente Torres, secretario ejecutivo del CCPIDG, destaca la importancia que tiene la participación de las mujeres de distintos sectores en el consejo consultivo. “Hay mujeres del Guasmo, de la Chala, Posorja, isla Trinitaria, de distintos sectores. Lo que nos va a permitir una visión un poco más amplia de cuáles son las necesidades de las guayaquileñas desde su propia territorialidad”, señala.

Desde hoy, que serán posesionadas en el Salón de la Ciudad del Municipio de Guayaquil, la población femenina podrá participar en la construcción de políticas públicas que les generen mejores condiciones para su desarrollo, vigilar y promover el cumplimiento de sus derechos en todos los espacios y lugares en que se desenvuelven, entre otros aspectos.

(I)