Así son las mujeres que aún lavan ropa a mano en el barrio La Magdalena
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Ecuador

Las lavanderas de La Magdalena desafían a la modernidad: Así es el oficio de las mujeres que todavía acuden a la última lavandería de Quito, patrimonio de Ecuador (FOTOS)

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Un grupo de mujeres se niega a utilizar lavadoras y aún acuden a la lavandería municipal de La Magdalena, al sur de Quito, una de las últimas de la ciudad, que recientemente se declaró patrimonio del Ecuador. En ese sentido, la agencia de noticias EFE recogió las historias de estas guerreras, la mayoría ancianas, quienes […]

La lavandería municipal La Magdalena fue declarada recientemente patrimonio cultural de Ecuador. Foto: EFE/ José Jácome
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Un grupo de mujeres se niega a utilizar lavadoras y aún acuden a la lavandería municipal de La Magdalena, al sur de Quito, una de las últimas de la ciudad, que recientemente se declaró patrimonio del Ecuador.

En ese sentido, la agencia de noticias EFE recogió las historias de estas guerreras, la mayoría ancianas, quienes aún en la modernidad lavan la ropa ajena a mano, para llevar el sustento diario a sus hogares.

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En cuanto a la lavandería como tal, se ubica en la calle Quisquis y Huaynacalpon, al sur de la ciudad. A finales  del 2016 el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) inició un proceso de rehabilitación de este espacio.

Allí existen 12 piedras de lavar, bajo un techo de teja, además el agua que utiliza corre por cuenta del municipio. Fue este lunes, 6 de junio de 2022, cuando en medio de un recorrido, la ministra de Cultura, María Elena Machuca, anunció La declaratoria de patrimonio de varios bienes inmuebles de este barrio lavandería.

Éstas son las historias de las lavanderas de la Magdalena

María Tránsito Manobanda a los 12 años ya acompañaba a su madre a lavar ropa en este lugar, reseña EFE. Fregando y restregando la ropa de otros logró que sus 10 hijos terminaran la primaria, cuenta tímida pero orgullosa de haberles ofrecido algo que a ella le fue esquivo.

"Mis papacitos no me pusieron en la escuela. Éramos ocho (cinco hombres y tres mujeres), pero a las mujeres no nos pusieron en la escuela. No sé por qué", dijo al medio la mujer de 77 años, que no sabe ni leer ni escribir.

Pero sí calcula que en el mejor día puede ganar hasta 15 dólares y tan solo 5 dólares en su peor día. Por cada docena de ropa lavada cobra 2 dólares, la tarifa cambia para cobijas y pantalones gruesos.

A pesar de su edad, continúa con la labor de pie todo el día, friega las piezas contra la piedra y se agacha para recoger el agua fría del tanque. Aunque los suyos le piden descansar, ella dice que estará allí hasta que pueda, "Diosito me tiene todavía con fuerzas".

Así también está Rosa Guerrero, de 82 años de edad y madre de tres hijos

Lleva 50 años lavando ropa en La Magdalena cada martes, jueves y sábado. Hace alrededor de 5 docenas al día y su espalda está encorvada de tanto agacharse, cuenta EFE. No es de muchas palabras y para alcanzar la piedra de lavar se apoya en un tronco.

Rosa Guerra lava ropa en una de las piedras de la lavandería municipal del barrio La Magdalena. Foto. José Jácome

Un oficio que se pierde

De eso da cuenta Marcia Vega, hija de María Tránsito. Ella recuerda que su madre comenzaba a trabajar de madrugada y llegaba a casa entrada la noche, años de esfuerzo que ni ella ni sus hermanos piensan emular.

Tampoco sus hijos o sobrinos, pues "ya todos estudian". Luego de la primaria, que Tránsito les cubrió a cada uno,  lograron terminar por su cuenta el colegio.

Posteriormente se dedicó a otros oficios, pero como su madre no quiere dejar de trabajar, Marcia y sus hermanas se turnan para ayudarle a fregar la ropa ajena.

"Soy auxiliar de enfermería, trabajo con pacientes a domicilio", cuenta junto a una pila de ropa que lavó por su madre, que ya tiene "los brazos desgastados".

"Mi madre ha sufrido mucho: criar diez hijos, tener un marido alcohólico (ya fallecido), mi madre pasó toda la vida en esta piedra", subraya en la lavandería inaugurada hace unos 65 años, y considerada ahora por el Ministerio de Cultura como un bien patrimonial, al igual que otros 58 inmuebles del barrio de La Magdalena, recoge la agencia. (I)

Foto: EFE/ José Jácome

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