Ecuador
Se cumple el último deseo de ecuatoriana que murió en el desierto de México intentando entrar a Estados Unidos: su hija está con la abuela en Nueva York (VIDEO)
Más de tres largos meses terminaron con un final a favor para una abuela ecuatoriana: la hija de Jazmín Lema, la migrante que murió mientras cruzaba el desierto de México para ingresar a los Estados Unidos, está con su abuela en Nueva York.
La nieta y abuela se encontraron el pasado 24 de diciembre y ha sido, en medio del dolor, un regalo de Navidad para ambas.
El momento fue sumamente emotivo. Hubo besos, abrazos y bendiciones para la infante, a quien esperaban con peluches y globos. “Yo hablaba por las noches con mi hija y mi nieta, por eso la niña me reconoce”, dijo Gladys Gualpa, quien tiene 2 años en Estados Unidos, en un reporte transmitido por Teleamazonas. Jazmín Lema salió huyendo de Ecuador el 21 de agosto pasado. Escapó de la violencia machista y se llevó a su hija para que no cayera en brazos de su padre.
La migrante también viajó con su nueva pareja. Jazmín murió a finales de agosto y su pequeña hija sobrevivió al lado del cuerpo de su madre. Jazmín Lema viajó para reunirse con su madre en Queens, Nueva York. Pero su imprevisto viaje ilegal a Estados Unidos condujo a la joven ecuatoriana a un destino fatal en la frontera de México.
La migrante ecuatoriana tenía 21 años y se fue con su pequeña de 3 años y su actual pareja a México.
Ella vivía con su pequeña, su abuela, hermana y sobrinos en Biblián, provincia del Cañar.
Los tres viajaron a Guadalajara en un autobús y desde esa ciudad otro transporte los llevaría a Tijuana, pero el trayecto no se completó por un control migratorio que estaba en la vía, publicó la agencia EFE.
Tuvieron que continuar el recorrido caminando por el desierto de Sonora. No tenían agua ni alimentos y la temperatura sobrepasaba los 50 grados, lo que hizo que la joven madre se desmayara y su nariz comenzara a sangrar.
Sucedida esta desgracia, la pareja de la víctima socorrió a la infante y caminó con ella varios kilómetros hasta que fueron hallados por las autoridades migratorias.
Los condujeron hasta un centro de detención, del que salió la niña la semana pasada.
El proceso judicial para que la abuela, y no su padre, se quedara con la menor fue complicado. Pero el último deseo de su hija daba fuerzas a Gladys: “que mi hija no esté con su padre en Ecuador”.
"Fue duro el trabajo que tuve que hacer, busqué ayuda de las autoridades", dice un poco aliviada Gladys, quien agradece a todos quienes la respaldaron.
Se logró demostrar a las autoridades de Estados Unidos, México y Ecuador que Jazmín sufría de violencia, incluso tenía una denuncia y una orden de protección vigente en contra del papá de la infante, explicó William Murillo, director de 1 800 Migrante.
"Mi nieta está contenta, siente el cariño que se le da, pero igual siente temor cuando alguien viene de visita, cree que se la van a llevar y me dice: ‘Mamita, no me dejes’.
‘Tranquila, mi amor, de mi lado no te van a llevar", responde Gladys, entre lágrimas, al recordar el miedo de la infante.
“Ella (Jazmín) se me convirtió en algo pequeñito y está ahí… mi nieta es la alegría que mi hija me dejó y estoy contenta porque se cumplió su último deseo”, dijo la abuela a la periodista Dayana Monroy. (I)
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