¿Le han dicho que debe dejar de comer queso y no puede? Tome nota a cuál es la razón de este comportamiento

La causa científica de por qué no se cuesta tanto dejar de comer queso es una sola palabra: caseína. Algunos pacientes no pueden suprimir el consumo de este lácteo universal, porque esta sustancia produce placer. El diario El Correo cuenta que este componente está más presente en el queso "porque se necesita una mayor concentración de leche para la fabricación del producto".

"Cuando la caseína se digiere genera B-casomorfina. Esta sustancia produce una sensación de placer", añade el reporte. Y a todos nos gusta sentir placer y por eso algunos, más que otros, son "adictos" al queso. El lácteo está incluido en esa "lista de alimentos hedónicos".

 

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Otros alimentos que también pueden generar esa sensación de no poder apartarlos de la dieta serían las pizzas y las papas fritas. Algunos médicos suprimen el consumo de queso porque el exceso de calcio puede producir litiasis en los riñones, vesícula biliar y vejiga.

Grasosos, frescos, blancos, amarillos, con hongos, de sabor neutro, con o sin sal… el queso se consigue en todos los países del mundo. Es una delicia, algunos incluyen muchas calorías pero otros son muy sanos, principalmente los frescos. (I)

Sigue estos pasos para diferenciar el queso real de los plastiquesos que hay en el mercado