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Un templo abierto para los perros callejeros: conoce la historia del sacerdote de Brasil que invita a la adopción de estos animales (FOTOS y VIDEO)
Un defensor de la adopción de los animales y un activista llamado a la solidaridad para con los perros callejeros es el sacerdote João Paulo Araujo Gomes.
Es promotor de una frase que invita al enternecedor cariño hacia los animales: “Cuando amo, rescato, protejo a un animal, estoy amando, protegiendo y rescatando a la humanidad”.
El amor a los cachorros ha querido transmitir el presbítero a sus feligreses a través de las misas, a las que permita que entren los perros callejeros y así estimular a los fieles para que se lleven uno a casa. "Ayúdanos a encontrar un hogar para este dulce animal que solo quiere amor y afecto", expresa el sacerdote a quienes van a las celebraciones eucarísticas.
Mientras, los perritos caminan a sus anchas por el templo. Se acercan al altar y, por supuesto, a su protector y amigo.
Araujo Gomes también hace de esta cátedra de amor una especie de evangelización y así lo vemos en Instagram, donde en sus publicaciones deja frases para la reflexión.
“Proteger a los animales es de apoyo consciente. Es sensiblemente humano”, ha dicho el sacerdote.
Hasta el templo de la parroquia Sant’Ana Gravatá el mismo Araujo Gomes, conocidos o gente que saben de su trabajo llevan perritos. Muchos van enfermos, pero ahí comienza a gravitar la solidaridad para que pronto estos animalitos recuperen su salud.
En agosto de este año, el sacerdote, quien con sus acciones hace recordar a San Francisco de Asís, buscaba un hogar para un perrito y dejó estas palabras en Instagram: “Desafortunadamente, el proceso de adopción de Chocolate no funcionó. No pierdo la esperanza, así que publico un video con la esperanza de que alguien se postule para recibirlo. Animal joven, sumamente dócil y muy cariñoso. ¡Adopta el chocolate!”.
En Aleteia publicaron, el 7 de septiembre pasado, este mensaje del sacerdote que toca la fibra del corazón: “Quizás pienses: la Palabra dice amar a las personas y no a los animales. ¡Qué falta de fe! Cuando amo, rescato, protejo a un animal, estoy amando, protegiendo y rescatando a la humanidad. Y Mateo 25 muestra que seremos juzgados exactamente por el amor. ¡Ama a todos, incluida la naturaleza y los animales, y no temas que las puertas del cielo se te abran!”.
El padre João Paulo Araujo Gomes, por lo pronto, comparte con todos su sueño: Ver a Gravatá (municipio del estado de Pernambuco) sin animales callejeros. ¡Amén!
(E)
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Para la reflexión
“El amor por los animales es motivo de crítica por parte de tantas personas, incluso de quienes dicen tener fe y en su soberbia piensan que solo entran al cielo quienes quieren entrar al cielo. No es raro que nosotros, los protectores, seamos criticados como si estuviéramos desequilibrados o que pusiéramos el amor por los animales por encima del amor de Dios y las personas”.