Christian Hidalgo, el piloto ‘riobambeño’ que lleva gasolina en sus venas

GUAYAQUIL / JOSHUA CABRERA

Christian Hidalgo es un quiteño de nacimiento, pero riobambeño de corazón. Su niñez y adolescencia la vivió en ‘La Sultana de los Andes’.

La pasión por el diseño y la construcción de los automóviles lo acompañan desde la infancia cuando armaba y desarmaba carros de juguetes. “Les modificaba. Cada regalo que me daban no me duraba ni 2 días”, reveló.

Sus abuelos tanto paterno como materno eran muy cercanos al mundo de la mecánica por lo que comenta de manera jocosa “eso ya me vino en los genes. Yo nací con gasolina en las venas”. Cuando tenía 14 años de edad, su hermano Xavier  incursionó en el automovilismo y logró armar su primer auto de rally con el que compitió en la Vuelta a la República, el evento de rally más importante que existe en el Ecuador.

Tras esa experiencia, en 1999, el papá de Christian le siguió los pasos y con un auto que construyeron en familia consiguió ser campeón provincial de Chimborazo.

Con el antecedente de su hermano, Christian comenzó a darse cuenta que eso era lo que quería para su vida. Una vez terminada la etapa del colegio, tuvo la oportunidad de ingresar a la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) de Latacunga donde se graduó de Ingeniero Automotriz. Más adelante, en esa misma institución, cursó un diplomado superior en autotrónica.

Al término de la universidad cumplió uno de sus primeros sueños que fue construir su propio taller: lo hizo en Riobamba y se llama Hi Speed.

Desarrollo profesional

En 2013, Christian viajó a Córdoba, Argentina, junto con su profesor Carlos Funes para dictar cursos de preparación de motores y electrónica automotriz. Poco tiempo después recibió un llamado desde Esmeraldas con una propuesta para que elabore un tractor palmicultor para la recolección de palma africana, el nombre de aquel tractor fue ‘Mular’. El mundo de los automotores lo llevó a conocer a Sebastián Salgado que es un ecuatoriano que vive en Chicago y le planteó hacer un auto de carreras, reto que Christian realizó con éxito.

La mayoría de los sueños que Christian se ha propuesto los ha cumplido. “Hice mi taller, compré un auto y competí con él, luego quise ser campeón y lo logré en la provincia, fui por más y conseguí ganar la Vuelta a la República”. Pero aún tiene una ‘espina pendiente’ y es ser campeón nacional de rally; espera hacerlo en dos años. (D)