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¿Qué oraciones hay para el segundo Domingo de Adviento? Este tiempo exige una continua conversión

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Este 4 de diciembre es el segundo Domingo de Adviento y los católicos del mundo se alistan para encender la segunda vela de la Corona, propia de este tiempo litúrgico.

Este segundo cirio es también de color morado, como la del 27 de noviembre, cuando dio inicio el Adviento 2022.

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A horas del especial momento te presentamos dos oraciones para compartirlas en familia.

Primera oración

Esta la sugiere Desde la Fe:

Padre bueno,

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concédenos poder preparar el camino del Señor y enderezar las sendas de nuestras vidas.

Permítenos ser tierra buena, por la que pueda caminar a sus anchas tu Hijo amado.

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Danos un corazón que escuche tu Palabra para poder convertirnos.

No somos dignos de que Jesús nos habite, pero tú puedes convertirnos en un hogar cálido y limpio para Él. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesús, en el poder del Espíritu Santo.

Amén.

Orar en Segundo Domingo de Adviento

A continuación te mostramos la oración divulgada en EWTN

Juan el Precursor
"Pueblo de Sión: mira al Señor que viene a salvar a los pueblos. El Señor hará oír su voz gloriosa en la alegría de vuestro corazón". (Antífona de Entrada, Is, 30, 19.30)

"Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente del esplendor de su gloria. Por nuestro Señor ".

Comienzo de la celebración en torno de la Corona de Adviento

Guía: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Guía: Ven Espíritu Santo,

Todos: llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Guía: Envía tu Espíritu creador.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.

Guía: ¡Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Todos: Amén.

Bienvenida

Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.

(Se enciende la segunda vela)

Palabra de Dios

Guía: Escuchemos la palabra de Dios.

Lector: Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc 1, 1-8)

Allanad los senderos del Señor

"Está escrito en el Profeta Isaías: ‘ Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al señor, allanad sus senderos’ .

Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados.

Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo’."

Lector: Palabra de Dios.

Todos: Gloria a Ti, Señor, Jesús.

Reflexión

Guía: La venida de Cristo exige una continua conversión. El tiempo del Adviento es una llamada a la conversión para preparar los caminos del Señor y acoger al Señor que viene. El Señor ya no quiere nacer en una cueva, el Señor quiere nacer, ahora, en cada uno de los corazones de los hombres.

Diálogo
(los participantes pueden hacer comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)

Compromiso

Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:

En el contacto con Dios, a través de la oración nos damos cuenta de lo que aún tenemos que cambiar. La conversión es un proceso de todos los días, y tiene sólo un límite: el ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto.

(Reflexión en silencio)

Despedida

Guía: Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.

Todos: Amén.

(I)

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