En la transitada frontera entre la RD Congo y Ruanda, agua con cloro contra el ébola

GOMA/AFP

"Lávense las manos para prevenir la enfermedad del virus del Ébola". La frase se oye por un megáfono y suena sin parar en el antiguo paso fronterizo entre la República Democrática del Congo y Ruanda en Goma, donde se registró el domingo un primer caso de fiebre hemorrágica que acabó con la muerte del paciente.

Agentes sanitarios con chalecos fluorescentes están atentos al movimiento de los transeúntes, que entran en la República Democrática del Congo (RDC) o regresan a Ruanda y miran si tienen fiebre.

Por el lugar, donde se han instalado fuentes de agua con cloro para lavarse las manos, pasan miles de personas cada día, aunque las autoridades ruandesas pidieron desde el lunes a sus ciudadanos que eviten cualquier viaje al este del gran país vecino, donde se declaró la epidemia el pasado 1 de agosto.

Algo casi imposible de poner en práctica ya que, aunque entre los dos países no existe la libre circulación, un documento entregado por una entidad subrregional evita tener que pedir visados.

Cientos de congoleños viven en Gisenyi, la ciudad ruandesa en frente de Goma, donde la vida es más fácil. Cruzan la frontera en los dos sentidos todos los días.

Los pequeños vendedores ruandeses también van de un país al otro sin problema.

"Vengo de Ruanda para traer esta mercancía aquí en Goma", dice Faustin Habarima, un ruandés discapacitado de 35 años que vende arroz. "En Gisenyi, la gente nos tiene miedo cuando regresamos de Goma debido a esta enfermedad".

"He venido a ver aquí en Goma la escuela donde estudian mis hijos. Si el ébola continúa, traeré a mis hijos a la escuela congoleña de Kigali ya que el ébola es una enfermedad muy peligrosa", explica Pascal Dusabe, de 40 años.

Vacunar a los contactos

Alphonsine Kanyere, una madre de familia congoleña de 30 años, hace el trayecto contrario, para ir a comprar a Gisenyi.

"Esta enfermedad del ébola nos da mucho miedo ahora. Pero qué vamos a hacer. Mientras Ruanda todavía no haya cerrado sus fronteras seguiremos yendo", dice esta madre de tres hijos.

"No sabemos si todas las personas ‘contactos’ han sido detectadas", añade esta mujer, usando el término que utilizan los equipos sanitarios sobre las personas que han estado en contacto con un paciente portador del virus de la fiebre hemorrágica.

El paciente diagnosticado el domingo en el Centro de Tratamiento del Ébola (CTE) tuvo "97 contactos en el sentido amplio" que fueron "ya registrados", según el ministro de Salud.

"Este lunes 15 de julio de 2019, se vacunó a 37 contactos de alto riesgo y 40 contactos de contactos del caso confirmado de Goma", añadió la autoridad sanitaria a propósito de este paciente, fallecido el lunes cuando era trasladado hacia Butembo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el miércoles el brote de ébola en la RDC "emergencia de salud pública de interés internacional", una denominación poco común que sólo se utiliza para las epidemias más graves, después de que fallecieran en el país 1.676 personas en un año debido a este virus.

Ruanda y Burundi, más al sur, están en alerta. Se registraron dos casos en Uganda en junio, dos hermanos congoleños que sucumbieron a la enfermedad. Tras los 21 días del periodo de incubación, no hay más riesgo de transmisión en Uganda, según las autoridades de Kampala. (I)