Quién fue el padre Toñito, el sacerdote colombiano que inicia el camino a los altares, conoce cuántas etapas hay para llegar a ser santo

Dedicó su vida a la instrucción espiritual de sacerdotes y curas y creó una fundación para ayudar a los pobres. Hoy, gracias al papa Francisco, el padre Toñito emprende el camino a los altares de la Iglesia católica.

Francisco reconoció las "virtudes heroicas" del sacerdote colombiano Jesús Antonio Gómez Gómez, conocido como padre "Toñito", lo que supone el primer paso en el proceso de canonización, informó el viernes 5 de agosto la Santa Sede.

El padre Toñito y el periodismo

El sacerdote nació el 26 de marzo de 1895 en El Santuario, en Antioquia, y falleció en Medellín el 23 de marzo de 1971.

Según El Espectador, “el padre Toñito realizó sus estudios de primera en la Escuela Urbana.

Cursó el bachillerato en el colegio San Luis Gonzaga, donde incursionó en el periodismo al encabezar varias publicaciones estudiantiles.

Ingresó al seminario de Medellín en 1914.Sirvió en la Iglesia de la Arquidiócesis de Medellín durante 49 años como vicario.

En 1948 fundó la revista Sé Apóstol, con la que pretendía animar a los jóvenes a unirse al clero. En Antioquia se le recuerda por su enorme contribución y entrega a la Iglesia”.

Cuando le diagnosticaron el cáncer, causa de su muerte, manifestó: “Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor”, reseña el citado medio colombiano.

Etapas para ser santo

El pontífice argentino, el primer latinoamericano de la historia, declaró las "virtudes heroicas" del sacerdote colombiano, lo que en la práctica inaugura formalmente el proceso hacia los altares, señala EFE.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas:

1. La primera es ser declarado Venerable Siervo de Dios. Ese es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".

2. La segunda: beato (se requiere un milagro)

3. Y la tercera, santo (se necesita de un segundo milagro).

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, declarado santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

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