La noble labor de Jefferson Ortiz: rescate de animales de calles de Manta
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La noble labor de Jefferson Ortiz, el joven que cobija a 147 perros que salvó del abandono que vivían en las calles de Manta

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Jefferson Ortiz, este mantense de 30 años, es más conocido en las redes sociales por su proyecto "Jefferson Rescata” que por su nombre de pila. El joven ecuatoriano ha logrado a fuerza de trabajo duro y dedicación cumplir su proyecto más anhelado: tener su propio albergue donde acoge a mascotas que han sufrido tratos crueles […]

rescate de animales en Manta
Mejor conocido como "Jefferson Rescata”, ya tiene 147 perros en su refugio. Foto: Facebook/ JeffersonRescata
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Jefferson Ortiz, este mantense de 30 años, es más conocido en las redes sociales por su proyecto "Jefferson Rescata” que por su nombre de pila.

El joven ecuatoriano ha logrado a fuerza de trabajo duro y dedicación cumplir su proyecto más anhelado: tener su propio albergue donde acoge a mascotas que han sufrido tratos crueles y deambulan por las calles de Manta y otras ciudades.

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Bajo su protección, las mascotas, en su mayoría perros, tienen una segunda oportunidad y es que desde niño soñó con rescatar animales maltratados y brindarles un hogar de cuidado y amor.

Actualmente, en su refugio, ubicado en San Juan de Manta, tiene a 147 perros. Jefferson lleva más de ocho años dedicado a estar noble labor y las redes sociales han sido su herramienta de difusión con la que ha logrado promocionar y generar ingresos para mantener a su familia peluda.

El joven publica videos de los rescates a través de su cuenta en Facebook donde tiene más de 9 millones de seguidores y es precisamente en esa plataforma donde genera los dividendos que invierte en sus queridas mascotas.

Contó a El Diario que fue su esposa quien lo alentó a monetizar el contenido. La difusión también le permitió contar con donaciones y crear el refugio.

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa, señala que desde hace un año lo han acusado de lucrarse con las donaciones.

“Al principio nadie me dio la mano, ni las autoridades me brindaron el apoyo que necesitaba. Ahora desean destruirme cuando existen personas que nunca se han ensuciado las manos con la caca de los perros”, afirmó.

A pesar de los malos ratos, la labor de Jefferson trascendió fronteras; el joven dicta talleres sobre su trabajo en países como Colombia y México, es precisamente en este país donde se encuentra actualmente ya que su esposa está por dar a luz a su primer hijo. (I)

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REDACCIÓN

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