Guayaquil, un viejo lienzo de marcas que se han convertido en referentes

Cuando Jorge Castro circula por Noguchi y Gómez Rendón, siente que vuelve a tener 10 años. El viaje en el tiempo es instantáneo, tan solo debe fijar su mirada y contemplar la gran pared de un edificio que aún guarda vestigios de una vieja publicidad en la que aún se distingue una desaparecida marca de gaseosa: Crush.

“Son propagandas que a uno lo hacen sentir más jóven porque anteriormente no había muchas, eran contadas y que se mantengan a uno lo hacen recordar”, asegura el hombre de 60 años, quien circula por la zona con frecuencia, pues trabaja por el sector.

Castro no es el único que siente nostalgia por este tipo de viejas estampas, recientemente muchos expresaron su pena cuando se conoció que ‘Fido Dido’, personaje de la marca 7-up, fue reemplazado recientemente por una mano de pintura blanca, de un edificio del centro de la ciudad.

“Cuando andaba perdido gracias a esa pintura sabia donde estaba”, respondió Miguel Ángel Veas en una publicación sobre el tema.

Para Roberth Párraga, sociólogo y docente universitario, estos sentimientos surgen porque las marcas logran en ciertas ocasiones convertirse en referentes visuales de los ciudadanos, metiéndose en el imaginario del transeúnte.

“A veces la publicidad ha estado ahí por mucho tiempo y por ello se convierte en una estampa de la ciudad. Más allá de la marca se convierte en un bien intangible que la persona ha posicionado en su mente”, explica Párraga, quien señala además que la vistosidad de las publicidades o el lugar en donde se encuentren son aspectos que también ayudan a que se mantengan en la memoria colectiva.

Aún el tiempo no ha logrado llevarse por completo a las marcas que aún reposan en la urbe, quizás por ello más de uno todavía puede disfrutar de viajes en el tiempo, en segundos. (I)

Según ordenanza:

• Hoy, una valla instalada en una propiedad privada solo puede tener un letrero de entre 8 y 10 metros.
• Solo se admite colocar rótulos publicitarios removibles sobre culatas y/o fachadas, con un máximo de 30% del área expuesta de la pared.