Así operaba la secta sexual Nxivm, que convertía a mujeres en esclavas
Síguenos en
Publicidad
Publicidad

Ecuador

Así operaba la secta sexual Nxivm de Estados Unidos, las víctimas de esta red criminal se convertían en esclavas

Publicado

el

Nxivm era una secta estadounidense de tráfico sexual, que se escondía detrás de una máscara como un supuesto grupo de “autoayuda” y “empoderamiento femenino”, pero lo que hacían realmente era abusar de mujeres. En octubre de 2019 condenaron a 120 años de prisión al fundador del grupo, Keith Raniere. Este miércoles 8 de septiembre le […]

Nxivm fue una secta que sirvió para que su líder, Keith Raniere, abusara sexualmente de muchas mujeres. Foto: Twitter @sabiasundato_o
Publicidad

Nxivm era una secta estadounidense de tráfico sexual, que se escondía detrás de una máscara como un supuesto grupo de “autoayuda” y “empoderamiento femenino”, pero lo que hacían realmente era abusar de mujeres. En octubre de 2019 condenaron a 120 años de prisión al fundador del grupo, Keith Raniere. Este miércoles 8 de septiembre le tocó a su mano derecha, Nancy Salzman, a quien le dieron una pena de tres años y medio.

Keith Raniere y Nancy Salzman, fundadores de Nxivm. Foto: Twitter @Foro_TV

Publicidad

El juicio de Nancy, que ya en 2019 se había declarado culpable, se centró en un subgrupo de la organización denominado “DOS”, que operaba de una forma sutil. Al principio las víctimas pensaban que se estaban uniendo a un grupo que de verdad las iba a empoderar como mujeres y las conduciría a un cambio de vida positivo, pero más tarde descubrieron que esto no era verdad. Les pedían que mantuvieran relaciones sexuales con Keith, según EFE.

Se preguntarán por qué las mujeres no se negaban y huían, pero es que la cosa es más oscura. Keith tenía material gráfico e información comprometida, con la que amenazaba a las víctimas si se negaban a sus órdenes.

Cada mujer se convirtió en una esclava. De pronto no solo tenían que acatar las órdenes del líder de Nxivm, sino que tenían que pedirle permiso hasta para comer. Había una ceremonia en la que le cauterizaban la piel a las mujeres con las iniciales de Keith. Las mujeres se subían desnudas a una mesa y allí les hacían la dolorosa marca, cerca del pubis, sin anestesia, mientras pronunciaban la frase: "Maestro, por favor márcame".(I)

Leer también

Qué Noticias!
REDACCIÓN

Publicidad
Publicidad

Contenido patrocinado

Advertisement
Advertisement

Últimas Noticias

Advertisement

Lo más leído