Nuevas modalidades bajan costos en la contratación laboral

El Gobierno ha implementado cambios para flexibilizar y bajar los costos en la contratación laboral en el sector privado. Uno de ellos es la creación de un contrato especial emergente, a través de la Ley Humanitaria, en junio. Otro cambio, creado en 2015, fue la reforma al contrato por giro de negocio, reseña Diario El Comercio.

En julio pasado, esta modalidad se amplió a todos los sectores productivos del país. El plazo está atado al tiempo de duración de la obra o servicio requerido; antes se restringía a actividades estratégicas. Durante esta semana entrarían en vigencia cuatro nuevas modalidades: productivo, turístico y cultural, de emprendimiento y para jóvenes.

El Ministerio de Trabajo reportó 38.507 nuevos contratos individuales entre el 22 de junio y el 22 de octubre pasados, por la aplicación del contrato emergente y del giro de negocio. Por el primero fueron 25.522 y por el segundo, 12.985. Según el Gobierno estas cifras evidencian que las nuevas herramientas han sido útiles y han desacelerado el deterioro de la empleabilidad, tras la crisis generada por la pandemia.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con corte hasta septiembre del 2020, el país afronta un panorama laboral en el que cinco de cada 10 personas con empleo están en la informalidad, y solo tres de cada 10 tienen un trabajo adecuado.

En ese sentido, el ministro de Trabajo, Andrés Isch, afirma que las modalidades buscan reducir la informalidad y adaptarse a las nuevas condiciones de la economía. A diferencia de otros mecanismos, ahora no habrá recargos adicionales. El martes 27 de octubre del 2020, la cartera de Estado adelantó detalles de los contratos productivo y de turismo y cultura en una charla con representantes de sectores empresariales.

Se reveló que se permitirá que el empleador y el trabajador puedan pactar las jornadas y días de descanso, para “adaptarse a la necesidad de los negocios en el país”. Además, tendrán una duración máxima de hasta un año; los contratos productivo y turístico se podrán renovar por un año más.

El empleado recibirá un proporcional del desahucio, de haber una terminación unilateral antes de ese plazo. Esto genera ahorros para el empleador, que ya no pagará indemnización por despido.

La flexibilidad en la jornada es otra característica. Puede haber jornadas consecutivas de hasta 20 días o 7 días en el contrato productivo, con 48 horas de descanso por cada 5 días. En el de turismo podrán ser hasta 70 días consecutivos y sin los costos que suponen las opciones tradicionales.

Para esto no se requerirá del trámite adicional para la aprobación de horarios especiales, lo cual supone un ahorro de tiempo respecto de los trámites que hoy demandan otras alterna­tivas laborales.

Aunque Isch comunicó que las modalidades aplicarán para nuevas contrataciones, expresó que las normas son compatibles con la Ley Humanitaria, en el sentido de que se puede llegar a acuerdos entre los empleadores y los trabajadores actuales. (I)