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Ecuador

Familiares de reos rodean cárcel de Cotopaxi tras nueva masacre: hay lágrimas, rabia e impotencia tras asesinato de 16 presos

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Desesperados y con lágrimas, rabia e impotencia. Así llegaron familiares de reos que están en la cárcel de Latacunga en Cotopaxi. Se agolparon a los exteriores del recinto penitenciario para saber sobre la suerte de los suyos tras dos días de brutales enfrentamientos entre bandas criminales que ya dejan 16 muertos y 44 heridos.

Allí, en medio de la confusión y la impotencia mujeres y hombres empiezan a lanzar gritos desgarradores: "¡Oscar!", "¡David!", "¡Byron!". Esperan que su voz sea escuchada por alguno de los reos que está formado en un patio a tan solo 20 metros. Uno responde: "¡Aquí estoy!". Se trata de ‘Chucho’. Su tío Roberto, de 43 años, fue a buscarlo. Quería saber si aún seguía con vida.

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"He pasado, madre mía, tantas horas con un nudo en la garganta que no podía ni tomar un vaso de agua", dice a la AFP el hombre, que viajó más de 300 kilómetros desde la costa de Esmeraldas a la sierra  para tener noticias de su familiar.

Tuvo suerte, pero no hubo buenas noticias para todos. Una voz desde adentro de la prisión avisa: "Al Jordi lo mataron".

Familiares de reos esperan hoy información en los exteriores del Centro de Rehabilitación Social Regional Sierra Centro Norte, en la ciudad de Latacunga (Ecuador). EFE/José Jácome

Más de 450 reos en ocho masacres en las cárceles en lo que va del 2022

El lunes estallaron los enfrentamientos a cuchillo y disparos en la cárcel de Cotopaxi. Una de las 16 víctimas mortales es Leandro Norero. Esto disparó las hipótesis de que la masacre se desató por la muerte dentro de la prisión de este jefe del narco conocido como el ‘El Patrón’.

La muerte de Norero se suma a otras 450 que se han registrado en ocho masacres que se han registrado a escala nacional desde febrero de 2021. Las bandas que proliferaron con el narcotráfico manejan el negocio desde las prisiones.

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Este martes nuevos enfrentamientos estallaron en la penitenciaría y fueron controlados al poco tiempo. El ir y venir de ambulancias y policías solo aumentaba la desesperación de las familias, a la vez que el personal administrativo de la cárcel apuraba el paso para salir del recinto.

"Nos tienen como un juguete, que a las ocho, que a las diez, que a las doce y adentro están que se matan de nuevo", dice a la AFP conteniendo la rabia Patricia Gómez, quien no sabe nada de su hijo desde ayer hacia el mediodía, cuando le envió un mensaje a su celular pidiéndole que le comprara una receta médica.

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La desesperación de los familiares

"A nosotros si nos maltratan, ¡carajo!", gritaban furiosos hombres y mujeres, algunas con niños en brazos.

"Estamos preocupados, demasiado preocupados, indignados por la impotencia de no saber cómo está nuestro familiar", comenta Gómez, de 56 años y que viajó desde la localidad costera de La Concordia, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, para tener noticias de su hijo.

El joven de 23 años había recibido un disparo en una revuelta anterior.

De acuerdo con Oswaldo Coronel, gobernador de la provincia de Cotopaxi (cuya capital es Latacunga), las autoridades se están comunicando directamente con los allegados de las víctimas.

La nueva masacre carcelaria de Ecuador, ocurrida el lunes en la prisión de la ciudad andina de Latacunga, con un saldo hasta el momento de 16 muertos. EFE/José Jácome

 

Hay 450 presos fallecidos en esta reyertas durante este año se eleve a más de 100, y a más de 450 desde 2020. EFE/Stringer

En medio de la espera, algunos repasaban videos de la masacre compartidos en grupos de WhatsApp.

"Es muy penoso decirlo, pero los cuerpos están la mayoría desmembrados", sostuvo Franklin Poveda, defensor público (de oficio) de Cotopaxi.

Una mujer que se identificó como Blanca miraba angustiada las imágenes de un hombre acostado en el piso, al que dos le sujetaban las extremidades mientras un tercero le asestaba machetazos.

"Uno no se puede dormir en paz, no cae ni hambre ni sed sabiendo lo que está pasando aquí, es una desesperación grande para la familia", expresa angustiada a la AFP Blanca, que preguntaba por su hermano, encarcelado hace 15 días por un caso de violencia doméstica.

Alto y fornido, Roberto carga contra el mandatario Guillermo Lasso: "Al señor presidente le quedó muy grande el cargo, la seguridad se le fue de las manos".

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