Ecuador
El lavado de manos puede formar colonias de bacterias resistentes en los lavamanos, revela un estudio de Reino Unido que recomienda desinfectar a fondo los fregaderos
Una de las tres principales recomendaciones para prevenir el coronavirus es el lavado frecuente de manos. Junto al uso de mascarilla y el distanciamiento de dos metros en las aglomeraciones, es una de las medidas más recomendadas para mantener a raya la COVID-19. Pero según un reciente estudio científico, esta rutina diaria para prevenir la propagación del virus debe también ir acompañada de la limpieza de los lavamanos y lavabos domésticos.
“El mantra’ de ‘lavarse las manos’ para luchar contra la transmisión de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia no sólo de una buena higiene de las manos, sino también de la necesidad de contar con lavabos bien diseñados y limpiados con regularidad”, dijo el doctor Hyun Soon Gweon, profesor de Bioinformática para la Genómica en la Universidad de Reading, que realizó el estudio, publicó BioBío.
La investigación, realizada en 2019, determinó la existencia de "diferencias significativas entre las familias de bacterias dominantes en función de la ubicación en los desagües de los fregaderos". Apunta el estudio que "los sifones en forma de P o los codos en forma de U, proporcionan entornos ideales para el crecimiento de las bacterias".
El profesor Gweon señaló que en el tema del lavado, las personas deben recordar que las bacterias de las manos siguen vivas y pueden crecer incluso después de haber sido lavadas, aún cuando hay jabón y agua caliente. "Es posible propagar las bacterias a las zonas circundantes del fregadero, donde pueden crecer y persistir. Para reducir la transmisión de bacterias es necesario desinfectar a fondo los fregaderos y las zonas circundantes y no solo mojarse las manos”, recomendó. (I)