Ecuador
Deshielo en el Ártico representa una amenaza para la humanidad por posible liberación de virus letales y las primeras consecuencias se verían en el 2100
El calentamiento global es una realidad, y aunque muchos aun traten de negarlo, las pruebas están al alcance de todos y el deshielo del Ártico es una de las más tangibles.
Recientemente, la revista Nature Climate Change publicó una investigación en la que explica que el deshielo del "permafrost" en el Ártico representa una amenaza letal para la humanidad.
¿Qué es el "permafrost" en el Ártico?
De acuerdo con lo señalado en el documento, se trata de la capa de suelo congelado de forma permanente en regiones muy frías o glaciares del planeta. Este enorme suelo de hielo cubre al menos 23 kilómetros cuadrados del Ártico y tiene hasta un millón de años edad. Con el pasar de los siglos se fueron creando capas y capas de este suelo y en cada una de ellas quedaron congelados bacterias, virus, desechos nucleares y radioactivos desconocidos. Es por esta razón que el deshielo del "permafrost" genera tanta alarma en la comunidad científica internacional.
De hecho, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) desarrollaron una iniciativa llamada “Desafío ártico de metano y permafrost” con el que tratan de concienciar sobre la posible liberación al medio ambiente, de gases de efecto invernadero que están atrapados.
En la investigación descubrieron además que a tan solo 3 metros de profundidad en la capa de "permafrost" de Siberia, existen más de 100 microorganismos que no han sido expuestos a los antibióticos modernos. En pocas palabras, de liberarse estas bacterias o virus estarían en la capacidad de crear cepas resistentes a los antibióticos haciendo casi imposible su tratamiento.
“Estos son microbios que han co-evolucionado con cosas como perezosos gigantes o mamuts, y no tenemos idea de lo que podrían hacer cuando se liberen en nuestro ecosistema”, explica el investigador principal, Kimberley Miner.
De igual forma, señalan que en el Ártico también existen depósitos naturales de arsénico, mercurio y níquel, que podrían esparcirse por todo el planeta con el incremento de los niveles del mar.
Los científicos estiman que si el calentamiento global y el deshielo continúan al ritmo actual, para el 2100, dentro de 79 años, las primeras capas del "permafrost" que equivalen a dos tercios podrían desaparecer liberando enormes cantidades de dióxido de carbono y metal, ocasionando cambios en el paisaje.
(I)
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