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Ecuador

"Las empresas pueden funcionar de distinta manera parra evitar que se apague el motor de la economía", dice Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil

El suministro de energía es inminentemente necesario para continuar las operaciones en el país. Ahora, hay 800 megavatios más en proceso de licitación.

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Uno de los resultados de la mesa técnica entre empresarios y el Gobierno fue la coordinación de los cortes de luz para el sector, así lo indicó Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG). Aludió que este es el primer paso para no “apagar por completo el motor de la economía” y evitar un impacto abrupto.

Además, señaló que las industrias optarían por diferentes mecanismos de trabajo para evitar los grandes racionamientos. Especificó que algunos grupos pueden trabajar por periodos, otros bajar la potencia, y otros apoyarse de la autogeneración. De acuerdo con las cifras del Ejecutivo, con este último proceso, el sector generaría un ahorro de 300 a 340 megavatios. Sin embargo, el presidente de la CIG mencionó que ese valor no está catastrado, pero las empresas ya redujeron su consumo entre el 36 % y 40 % de consumo.

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“Todo depende del trabajo coordinado y voluntario. Lo importante de este diálogo es que cada empresa organice las bajas de su potencia y continúe con sus labores (…) El problema es grave, pero es un sacrificio de todos”, refirió Jarrín en entrevista para Ecuavisa.

Otros megavatios en camino

La principal autoridad de la CIG declaró que hay una contratación de 341 megavatios, de esos, 100 ya están en funcionamiento con la barcaza. No obstante, hay 241 megavatios que se desconoce si ya están en operación.  Señaló, también, que hay otros 800 megavatios en licitación y pidió celeridad en el proceso.

“Entre más se demoren en dar una respuesta a estos mecanismos, el país tendrá otras consecuencias. La gestión de la crisis debe ser de suma prioridad”, enfatizó Jarrín.

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Las autoridades no le ven un punto final a los racionamientos energéticos, pues las operaciones se complican con la grave situación del embalse de Mazar y las cifras no son alentadoras. De continuar a ese ritmo, los apagones podrían durar hasta finales de 2024.

(I)

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