Ecuador
Compañía circense de Senegal ayuda a los niños de la calle: “Les damos confianza y los ayudamos a luchar contra sus demonios”
Sencirk es el nombre de la única compañía de circo que hay en Senegal, fue creada por el joven Modou Touré, quien durante su niñez fue un niño de la calle y a través del circo busca ayudar a otros jóvenes en una posición similar.
La historia de Touré es semejante a la de muchos niños senegaleses. Fue llevado a una escuela a estudiar el Corán a los siete años de edad, en la que, por no aprender el libro sagrado del islam con rapidez, fue abusado y golpeado.
Al tiempo logró escapar y durante años vivió en la calle hasta que encontró un refugio, allí su vida cambió significativamente. Un día dos artistas del circo sueco fueron a enseñar acrobacias a los niños y Modou quedó fascinado de los actos circenses. De acuerdo a lo que reseña Yahoo noticias, viajó a Suecia donde se formó por tres meses y tuvo la oportunidad de viajar por el mundo con varias compañías circenses, hasta que decidió elevar la carpa de su circo en su ciudad natal, Dakar. El joven de 31 años asegura que “el circo es su terapia”, porque le permite superar traumas como la dificultad para hacer contacto visual y dejarse tocar.
Relata que esta práctica también lo ayuda a controlar sus emociones y que tiene la capacidad de ayudar a otros como él “esto les da confianza y les ayuda a luchar contra sus demonios”.
Todos los años, cientos de niños senegaleses son enviados a las ciudades para aprender el Corán, pero se ven obligados a vivir en las calles mendigado dinero y comida.
De no cumplir con la cuota diaria establecida por sus educadores son golpeados y encadenados. Solo pocos de los que logran escapar encuentran ayuda en una red de refugios.
Otro testimonio es el de un joven que no quiso dar su nombre para proteger su privacidad, su historia es parecida a la de Touré, decidió escapar de la escuela coránica después de ser azotado cada vez que recitaba el Corán incorrectamente.
Al adolescente le encanta todo lo relacionado con el mundo del circo “me ayuda a aprender y me hace consciente”. Sus planes son enseñar a los niños de su vecindario actos circenses y algún día unirse a Sencirk, como artista a tiempo completo.
La compañía circense realiza talleres gratuitos en hogares de rescate para niños de la calle y refugios para mujeres, brindado entretenimiento y buscando nuevos talentos. “Les muestro que pueden pasar de la calle a ganarse la vida en el circo”, dice Touré.
(I)
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