¿La viruela del mono afecta el corazón? Esto revela un estudio estadounidense luego de evaluar a paciente con miocarditis y estuvo en UCI

Una nueva información sobre la viruela del mono, enfermedad que superó ya los 50.000 casos en el mundo, se conoce desde el viernes 2 de septiembre de 2022 y proviene de expertos en cardiología de los Estados Unidos.

La revista "JACC: Case Reports", del American College of Cardiology, advierte que la viruela del mono (llamada también monkeypox o viruela símica) puede causar problemas en el corazón, divulga la agencia EFE.

Viruela del mono y corazón

En el citado estudio exponen el caso de  un hombre, de 31 años, contagiado de la monkeypox, “que desarrolló una miocarditis aguda aproximadamente una semana después de que aparecieran los primeros síntomas del virus”.

La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco que suele estar originada por una infección viral, explica la misma agencia informativa.

En el caso del paciente evaluado, el primer indicio fue “una opresión en el pecho”.

No es primera vez que se analiza esta relación entre la viruela y la afección del corazón.

El viernes recordaron que la miocarditis ya se había asociado con la infección por viruela -un virus más agresivo-.

Ahora, en este estudio, los autores afirman que "por extrapolación, el virus de la viruela símica podría tener tropismo por el tejido del miocardio o causar una lesión inmunomediada en el corazón".

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Qué síntomas tuvo el enfermo

Cinco días después de advertir los primeros síntomas de la enfermedad, que en el mundo se ha cobrado 16 vidas, el paciente fue a un centro de salud.

En ese tiempo sintió “malestar general, mialgias, fiebre y lesiones en la cara, las manos y los genitales”. El contagio por la viruela símica lo confirmaron.

Tres días más tarde, el hombre volvió al servicio de urgencias donde, aquejado de una opresión en el pecho que se irradiaba por el brazo izquierdo y tras un examen rutinario y la sospecha clínica de miocarditis aguda, fue ingresado en la UCI.

EFE informó que el electrocardiograma (ECG) inicial mostró ritmo sinusal con anomalías inespecíficas de la repolarización ventricular.

Además, las pruebas de laboratorio rutinarias revelaron elementos que pueden indicar una lesión en el corazón.

El estudio del paciente con resonancia magnética cardiaca (RMC) confirmó la inflamación miocárdica y el diagnóstico de miocarditis aguda.

Se han detectado 16 casos adicionales de viruela del mono en Ecuador. En total van 51 casos confirmados.

?Guayas: 17
?Azuay: 14
?Pichincha: 12
?El Oro: 4
?Santa Elena: 2
?Los Ríos: 1
?Cañar: 1

— Carlos Oporto (@carlosoporto) August 30, 2022

Qué viene

La editora jefa de la publicación ‘JACC: Case Reports’, citada en EFE dijo que gracias al estudio de este caso, los investigadores "estamos desarrollando un conocimiento más profundo de la viruela del mono, de la miocarditis viral y de cómo diagnosticar y manejar con precisión esta enfermedad".

"Este caso pone de relieve la afectación cardíaca como una posible complicación asociada a la infección por viruela del mono", afirma Ana Isabel Pinho, del departamento de cardiología del Centro Hospitalario Universitario de São João (Portugal) y autora principal del estudio.

"Creemos que informar de esta posible relación causal puede sensibilizar más a la comunidad científica y a los profesionales de la salud sobre la miocarditis aguda como posible complicación asociada a la viruela del mono; y podría ser útil para un seguimiento estrecho de los pacientes afectados para reconocer otras complicaciones en el futuro", explica la investigadora.

Cómo es la viruela del mono

La OMS declaró el pasado 23 de julio el brote de viruela del mono como emergencia de salud pública de importancia internacional.

La viruela del mono se transmite por contacto estrecho con lesiones, fluidos corporales o aerosoles, y además de una erupción cutánea, puede dar fiebre, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos, síntomas respiratorios y dolores musculares.

La mayoría de las infecciones son leves y los síntomas pueden durar entre dos y cuatro semanas. (I)