Joven revela cómo es vivir con alergia al agua: la lluvia es "como ácido"
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"Si bebo agua, vomito, me duele mucho el pecho y mi corazón comienza a latir muy rápido": El duro testimonio de Abigail Beck que sufre alergia al agua desde los 12 años

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Abigail Beck es una joven de 15 años de edad, de Tucson Arizona, Estados Unidos, diagnosticada con urticaria acuagénica, es decir, sufre de alergia al agua. Ésta es una enfermedad que provoca irritación en la piel al tener contacto con el agua y afecta a más mujeres que hombres. Beck es una de las pocas […]

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Abigail Beck es una joven de 15 años de edad, de Tucson Arizona, Estados Unidos, diagnosticada con urticaria acuagénica, es decir, sufre de alergia al agua.

Ésta es una enfermedad que provoca irritación en la piel al tener contacto con el agua y afecta a más mujeres que hombres. Beck es una de las pocas personas en el mundo que padece esta condición.

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"Si bebo agua, vomito, me duele mucho el pecho y mi corazón comienza a latir muy rápido", relató la joven a LADbible.

La alergia al agua de Abigal va más allá. La adolescente no puede bañarse y en el peor de los casos, ni siquiera puede llorar, reseña Cadena Ser.

"Mis propias lágrimas provocan una reacción en la que mi cara se pone roja y me quema mucho. Lloro como una persona normal y duele. Las lágrimas son una de las peores partes porque cuando lloras, tus lágrimas no deberían quemar tu piel", manifestó.

No toma agua y se baña cada dos días

Abigail Beck consume bebidas energéticas o jugo de granada para tratar de sustituir el agua. La última vez que tomó del vital líquido fue hace un año.  "Tengo que revisar las etiquetas, pero todo en este mundo tiene agua", comentó.

La quinceañera siente temor ante cualquier reacción alérgica que pueda presentar fuera de control al manifestar desconocer lo que podría pasar: “Nadie sabrá qué hacer, incluyéndome a mí".

En cuanto a su aseo personal, Abigail Beck se baña cada dos días para evitar el daño de su piel. La adolescente toma pastillas de rehidratación, así como antihistamínicos y esteroides para hacer frente a la alergia.

Los médicos la daban por loca por su alergia al agua

Tardó mucho para conocer realmente cuál era su padecimiento. Empezó a experimentar los síntomas a los 12 años de edad, al lloviznarse y sentir que la piel le ardía.

"Cuando llovía, me dolía mucho la cara, lo sentía como ácido. Pensé que era normal, así que le pregunté a mi madre si la lluvia le parecía ácido cuando llovía y ella dijo que no", recordó.

Ante la extraña sensación que sentía Abigail Beck al tener cualquier contacto con el agua, decidió recurrir a distintos especialistas para saber de qué se trataba. Esto no fue posible, hasta tres años, después de su padecimiento.

En la actualidad ella quiere crear conciencia respecto a la enfermedad. "Es realmente frustrante. La gente me pide que explique cómo funciona, pero, no puedo explicar por qué sucede. Nadie lo sabe o lo entiende", manifestó.

“Me siento desesperado. Quisiera curarla, pero no puedo", dijo al medio su padre, Michael Beck, al asegurar que  está sorprendido por cómo enfrenta su hija la situación. "Lo maneja muy bien. Yo, por supuesto, odio ver a mi hija sufrir. A menudo deseo poder soportar el dolor por ella".

(I)

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