Entretenimiento
Estudio de seguridad afirma que se puede rastrear la ubicación de un usuario de WhatsApp a través de un método simple: el truco tiene 80% de efectividad
WhatsApp tiene varios métodos para que una persona sepa nuestra ubicación. La misma aplicación tiene dentro de sus opciones enviar por un chat el sitio exacto en donde estamos. Para que esto se logre se necesita del consentimiento del internauta que quiere ser rastreado. Un reciente estudio afirma haber encontrado un truco o una forma […]
WhatsApp tiene varios métodos para que una persona sepa nuestra ubicación. La misma aplicación tiene dentro de sus opciones enviar por un chat el sitio exacto en donde estamos. Para que esto se logre se necesita del consentimiento del internauta que quiere ser rastreado.
Un reciente estudio afirma haber encontrado un truco o una forma de poder rastrear la ubicación de una persona sin que esta lo sepa. Aseguran que su método tiene un 80 por ciento de efectividad, tras realizar varios análisis con usuarios del servicio de mensajería de Meta.
De acuerdo con lo que informa el portal Semana, los expertos en informática indican que el método parte desde los códigos de envíos de mensajes. El tiempo que tarda el texto, voice, imagen o video en llegar marcará un radio promedio de dónde se encuentra la otra persona.
Cada mensaje, dependiendo de la distancia, debería tardar entre 1 y 20 segundos en llegar. Entonces, acudiendo a los logs, los analistas dijeron que lograron el 80% de la precisión en acertar la ubicación del receptor.
(E)
-
Ecuador hace 4 días
Un sismo de magnitud 4,7 sacudió Guayas y otras provincias la mañana del 10 de mayo: ¿en qué cantones del país se sintió?
-
Ecuador hace 2 días
Alias ‘Compadre’ fue abatido por el Ejército ecuatoriano: ¿qué actividades ilegales lideraba en la frontera?
-
Ecuador hace 4 días
Fiscalía anuncia el traslado a Quito de los cuerpos de 11 militares asesinados: la llegada está prevista para este sábado 10 de mayo
-
Ecuador hace 3 días
Cuando la maternidad llega en una llamada telefónica y no en un quirófano: la valiente historia de Evelyn Camacho