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¿Sin rencores hacia Meghan y Harry? A la reina Isabel se le ablanda el corazón y le extiende una afectuosa invitación a su nieto pese a los señalamientos de racismo
Luego del nacimiento de Lilibet Diana, la segunda hija de Meghan Markle y Harry, la reina Isabel felicitó a la pareja por la llegada de su onceava bisnieta. Pero este no es el único gesto de acercamiento, pues la monarca también invitó a su nieto a almorzar con ella cuando asista a la presentación de la estatua de la princesa Diana en julio.
Lo anterior lo indica un reporte del Daily Mail que resalta que Isabel envió la invitación antes de que Markle diera a luz. Esta sería la primera vez que abuela y nieto se sentarían a conversar frente a frente desde que Harry y Meghan decidieron alejarse de Buckingham y vivir en Estados Unidos.
Una fuente le dijo al medio británico que aunque Meghan y Harry han acusado a miembros de la realeza de racismo, Isabel no le guarda rencor a su nieto. "Es un gesto típicamente magnánimo de Su Majestad", dijo el informante, quien acotó que el encuentro les dará "una oportunidad para que hablen sobre sus asuntos".
Pero Meghan y sus hijos Archie y Lili se quedarán en la mansión de casi 15 millones de dólares donde habitan con Harry en Montecito, California. La vez anterior que el príncipe visitó su país fue en abril, cuando asistió al funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, pero en esa ocasión fue poco el contacto con su familia. (E)