El artista boliviana Mamani Mamani llega a Quito por los 105 años del natalicio de Guayasamín

Del nacimiento del pintor ecuatoriano, Oswaldo Guayasamín, ya han pasado 105 años. El artista de talla mundial nació el 6 de julio de 1919 dejando un gran legado del cual buena parte permanece en su casa, donde residió hasta sus últimos días y se convirtió en museo.

En la misma Casa Museo Guayasamín se realizó la celebración de su natalicio, la noche de este 9 de julio de 2024, que incluyó varias acciones para la conservación su obra. Actualmente la familia del pintor es la que se encarga de gestionar este patrimonio a través de la Fundación Guayasamín.

Prescisamente, con la renovación de la directiva de dicha organización se dio inicio a la celebración de este natalicio. Alfredo ‘Che’ Vera, nieto del artista, es quien lo lidera como su presidente y anuncia varios convenios que aportarán a que las pinturas, esculturas y el predio de su abuelo sigan en pie como patrimonio de Quito y del Ecuador.

"Se firmó un convenio con la alcaldía (de Quito) . Un convenio que es tremendamente importante. Porque muchas veces los organismos del Estado… cuando se trata de cultura, miran para otro lado. Y es tremendamente importante para preservar la obra de Guayasamín " comentó Vera.

A de este modo, al evento asistió el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, quien detalló que se encargarán de apoyar las actividades culturales y la preservación del patrimonio de la Casa del Hombre.

Aunque no detalló acciones concretas dio a conocer que se prevé que los espacios de este predio como la plaza sean de acceso público especialmente para los moradores del barrio así lo habría querido el artista. Además habló de posicionar la identidad de quito elevando la cultura y dándole la importancia que se merecen los artífices de esta, para que se conviertan en referente de ma ciudad y del país.

Patrimonio de Guayasamín en riesgo por humedad

Pero también han logrado contar con el apoyo del sector privado. Una compañía de origen suizo se interesó en la preservación de las obras del pintor, así que decidieron realizarles una donación. Se trata de una tecnología que elimina de manera definitiva la humedad de los patrimonios culturales mediante dispositivos, esta intervención está valorada en 150.000 dólares, según Miguel Gavilanes, gerente de la empresa Biodry.

Mamani Mamani llegó a Quito

Pero la fiesta no termina ahí, pues en el inmueble se abrió la exposición del artista boliviano Mamani Mamani, quien recuerda que conoció a Guayasamín hace 30 años en un concurso en su país natal, del cual resultó ganador, con el ecuatoriano como juez. De ahí nació la promesa de traer a Mamani Mamani con sus obras al Ecuador, pero en vida del maestro nunca se dio.

Dice que viene a festejar desde un "indio menor a un indio mayor", tal como le dijo el fallecido pintor años atrás "de un indio mayor a un indio menor". Cuenta que se dio la oportunidad de venir a Quito por los 105 años de nacimiento de Guayasamín, así que le trajo sus colores, sus huacas, la madre tierra, la chacana de la Cosmovisión indígena, para "que el maestro siga pintando".

Entre los tonos de la tierra, del ocaso y el atardecer, resalta la vida de los colores andinos. Mamani Mamani aprendió a pintar deasd niño y a falta de tintas se adhería a lo que tenía a mano, como los carbones del fogón de su casa, que lo catapultó a ser un gran exponente para el mundo, desde su patria.

El acto conmemorativo culminó, como era costumbre del maestro, con una gran fiesta entre danzantes, música de pueblo, vaca loca y por supuesto comida tradicional, no faltó la tripa mishki, la fritada, el helado de paila y el canelazo.

(I)