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Con el rostro todavía hinchado y con moretones, la modelo Margareth Campuzano aparece en redes sociales para revelar que fue víctima de la delincuencia
Ya recompuesta del susto y decidida por reír en lugar de llorar, Margareth Campuzano reapareció en sus redes sociales con una transmisión en vivo el pasado sábado. Allí confirmó la noticia que lanzó el programa digital Volvemos con todo, que mostró imágenes de moretones en el rostro de la escultural modelo.
“Me quebraron la nariz y el pómulo por no dejarme robar (…) Fue en la Bahía (…) En ese momento estaba hablando por celular y pasó toda esa desgracia”, le contó la exchica reality que saltó a la fama como parte de Combate a los 19 años. Ahora, 11 años después, se está dedicando a la vida ‘fitness’, venta de artículos de belleza y ropa sexy.
@margarethcampuzan
La expareja del abogado Pedro Buitrón, de quien asegura es el padre de su hijo, admitió que al principio le mintió a su familia sobre el motivo de sus moretones y graves lesiones en el rostro. Sin embargo, decidió contarles la verdad luego de consultar con un médico qué procedimientos necesitaba para sanar.
“Dije que había tenido un accidente (de auto) porque no quería que mi papá se entere de lo que me hicieron. Luego me tocó decir la verdad porque me tocaba hacerme una cirugía de $2.500”, contó en su transmisión.
Margareth también reveló que ya tiene todo arreglado para la cirugía reconstructiva que necesita para las lesiones. Todo le saldrá “gratis”, según dijo.
En el enlace en vivo, varios seguidores la atacaron con comentarios donde decían no creerle la causa de sus golpes. Muchos sugirieron que “fue algún marido” quien le propinó los golpes o que son resultado de una cirugía de nariz, pero Margareth solo se reía al leer estas frases.
“No estoy callando nada. ¿Qué marido me va a hacer esto? Lo hubiera matado”, aseguró la ‘Mamá fit de la farándula’. También agregó que las únicas cirugías que tiene en su cuerpo son de implantes de senos, la nariz y una cesárea. Lea también:
Ahora ya no piensa en cirugías, sino en hacerse una “limpia” porque tras esta desgracia se siente salada y con poca suerte. (E)
