Carmen Sánchez-Lauhlé: ‘Me educaron en un entorno igualitario y eso es parte de mi liderazgo’

Predicar con el ejemplo

"Creo que uno no le puede pedir al equipo algo que no se está dispuesto a hacer". Con esa frase, Carmen Sánchez-Lauhlé hace referencia a su forma de ejecutar un liderazgo inspiracional, el cual señala, se basa mucho en ser una apasionada y enamorada de lo que hace. "Creo que eso se nota y que hago lo posible por contagiar al equipo, que vean que lo que están haciendo es importante desde el más Junior hasta el más Sénior. Yo soy una persona que me gusta mucho la estructura, pero no la jerarquía", precisa.

Carmen también cree en la confianza como un pilar para llevar el liderazgo por eso ha cultivado la iniciativa de que sus equipos le digan cuando las cosas no las esté haciendo bien. Pero esa consolidación como lideresa tuvo fuertes cimientos en sus padres José Andrés (+) y Carmen. "Mi padre me decía: ‘tienes que poder mirarte al espejo y dormir tranquila’. Me educaron en un entorno tremendamente igualitario en que las personas importan porque son personas, no por su título, posición o situación económica", señala. Y a lo largo de su trayectoria, también guarda especial consideración a Núria Vilanova, presidenta de Atrevia, y a Asunción Soriano, también del equipo directivo de Atrevia. Pero hoy de quienes más aprende es de su equipo. "Me dan muchas lecciones de humildad en el mejor de los sentidos. El equipo cada día te enseña porque uno no puede estar en todo", recalca la también periodista, quien reconoce en Adrián Durán y "Majito" (María José Cruz), parte de su equipo en Ecuador, como motores de su liderazgo.

Asumir responsabilidades para crecer

Que una persona justifique una decisión tomada en el simple hecho de su jefe lo ordenó es algo que le hace ruido a Carmen. Para ella, las personas deben ser capaces de asumir la responsabilidad de sus decisiones como un paso para crecer y claro, asumir el riesgo porque esta puede ser equivocada. "Así es como yo he formado al equipo. Si se equivocan me siento con ellos y les explico, pero si no se equivocasen no aprenderían y no crecerían", explica Carmen, quien presume la poca rotación de su personal, no habitual en el sector de la comunicación.