Así es la oración familiar para el cuarto domingo de Adviento 2022
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Así es la oración familiar para el cuarto domingo de Adviento 2022: La Virgen María es la "morada de la Luz"

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El cuarto Domingo de Adviento es el domingo previo a la Navidad, recuerda Aciprensa, que ofrece la oración para el venidero 18 de diciembre de 2022. En esta oración familiar encenderemos la última vela de la corona como símbolo de que la espera está por terminar; el Señor está muy cerca y viene trayendo la […]

El 18 de diciembre es el cuarto domingo de Adviento. La Navidad está a la vuelta de la esquina. Foto: Archivo El Universo
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El cuarto Domingo de Adviento es el domingo previo a la Navidad, recuerda Aciprensa, que ofrece la oración para el venidero 18 de diciembre de 2022.

En esta oración familiar encenderemos la última vela de la corona como símbolo de que la espera está por terminar; el Señor está muy cerca y viene trayendo la alegría de la paz, señala la agencia.

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Por eso, "oremos junto a María, quien es ‘Morada de la Luz’, y pidamos la gracia que necesitamos para acoger al Niño Jesús con amor y humildad. Que María sea quien nos recuerde que … la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros” (Jn 1, 14).

Recomiendan poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa.

Al lado de la corona se puede colocar alguna imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, no muy fuerte, que favorezca el espíritu de recogimiento.

Se debe nombrar un MONITOR principal, que puede ser el papá o la mamá, para que dirija la oración; así como designar un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la oración de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.

Las velas correspondientes a los TRES domingos anteriores deben encenderse antes de iniciar la oración familiar. Luego, en el momento indicado durante la liturgia, uno de los participantes encenderá la CUARTA y última vela .


Liturgia para el Cuarto Domingo de Adviento

TODOS:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR:

Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La espera llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona.

Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús. ¡Dios Hecho Niño viene a reconciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la esperanza!

Iniciemos la oración de esta semana cantando MORADA DE LA LUZ (u otro canto apropiado).

TODOS CANTAN:

CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA.

  1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol,
    recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador.
  2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió,
    Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador.
  3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz,
    la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.

LECTOR:

Lectura tomada del Evangelio según San Lucas (Lc 1, 39-49):

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".

María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!".

MONITOR:

La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano; es Ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta llegue hasta nosotros, iluminando nuestras vidas.

En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):

TODOS CANTAN:

(Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la cuarta estrofa)

HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.

  1. Un primer lucero se enciende
    anunciando al Rey que viene
    preparad corazones,
    allánense los senderos.
  2. Crecen nuestros anhelos al ver
    la segunda llama nacer.
    Como dulce rocío vendrá
    el Mesías hecho Niño.
  3. Nuestro gozo hoy quiere cantar
    por ver tres luceros brillar
    con María esperamos al Niño
    con alegría.
  4. Huyen las tinieblas al ver
    cuatro llamas resplandecer
    ya la gloria está cerca
    levanten los corazones.

 

 

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MONITOR:

Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen María. Respondamos después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.

(Peticiones libres)

Recemos ahora un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

MONITOR:

Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa María Virgen, escucha nuestra súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

TODOS:

Amén.

TODOS:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(I)

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