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El último adiós a cajera alcanzada por una bala en su trabajo en Bastión Popular, la suegra lamenta que dejaron a su nieta de 9 meses sin madre (VIDEO)

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Un gran pesar deja en el corazón de la familia de Verónica su inesperada y trágica partida. La mujer, cajera en un establecimiento en Bastión Popular, fue víctima de la violencia que sacude a la ciudad porteña.

Verónica Alvarado luchó cinco días por su vida, en el Hospital Guayaquil, pero su cuerpo no resistió a la gravedad de los daños causados por el balazo recibido.

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Su cuerpo fue velado en el suburbio de Guayaquil, al aire libre, específicamente en las calles 36 y Bolivia.

La cámara de seguridad grabó el ingreso de los pistoleros. Foto: captura de video de Teleamazonas

“Me la mataron”

Su esposo, de chaqueta negra, secaba sus lágrimas con un pañuelo verde y amarillo. Frente a la vivienda de un familiar, el hombre recibía el pésame de amistades y se sostenía de una reja sin dar crédito a lo que estaba viviendo.

Cuando el llanto lo dejó hablar, el hombre solo pudo expresar: “Me la mataron, me la mataron”.

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“Mi hijo es demasiado joven para quedar viudo y mi nieta, tan chiquita. Tanto que sufrió Verónica para quedar embarazada y ahora deja a mi nieta de 9 meses”, lamentó, entre lágrimas, Lasy Macías.

Me la mataron, dice el esposo de Verónica. Foto: captura de video de Teleamazonas

Qué pasó con la cajera

La suegra dijo a Teleamazonas que unos sujetos entraron al local y ella “lo que hizo fue agacharse, pero igual la alcanzó la bala”.

Verónica Alvarado, dice Paúl Tutivén en su reporte, era la cajera de un asadero de pollos en Bastión Popular Bloque 1A.

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A las afueras del negocio, unos sujetos protagonizaron una balacera. Uno de los hombres entró al local y otro lo siguió sin dejar de accionar el arma de fuego.

Todo está grabado. Verónica trató de protegerse, pero una de las balas traspasó su celular. Ella tenía el equipo en la cintura, lo que le causó daños en el estómago y abdomen.

La víctima tenía 30 años y llevaba 4 meses laborando en el restaurante. Su esposo había quedado sin trabajo.

No lo asimilamos, resume la suegra de Verónica el dolor familiar ante esta tragedia.

Desde el suburbio de Guayaquil, los parientes y allegados piden justicia a las autoridades.

(I)

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