Huye a Panamá tras intentar matar a hombre en Quito, desde allá amenaza a expareja del lesionado y al volver al país lo sentencian a 17 años

Dos años y tres meses después de que intentara matar a un hombre, con un arma blanca, Diego Roberto G. recibe sentencia de 17 años y medio. La tentativa de asesinato ocurrió en las afueras de una discoteca de Quito.

En medio de una riña callejera, en las afueras de una discoteca, situada en las avenidas Amazonas y Juan Holguín, Diego Roberto G. hirió a Alexis N. con un arma blanca.

“Lo atacó por la espalda a nivel de la cabeza y el tórax”, describe la Fiscalía en nota de prensa.

Qué pasó en la "disco" esa noche

Alexis N. y su victimario discutieron dentro del centro de diversión nocturna. El primero abandonó el lugar con sus amigos, pero fue agredido por la espalda mientras caminaba rumbo a un parqueadero.

Las heridas punzocortantes en el cráneo y el tórax le produjeron una afectación cerebral y pulmonar, respectivamente, que comprometieron órganos considerados vitales, poniéndolo en riesgo inminente de muerte.

Tras el intento de asesinato, huyó del país

Estos hechos motivaron la fuga de Diego Roberto G., quien el 6 de diciembre de ese 2019 viajó a Panamá.

Desde ese país,  "él se comunicaba con la expareja de Alexis N. mediante mensajes de audio para amenazarla e insultarla" por haber formalizado la denuncia en su contra.

Las conversaciones fueron periciadas y se determinó que era el mismo procesado quien remitió esos mensajes.

Diego Roberto G. regresó a Ecuador días después y quedó detenido en el despacho del fiscal Fredy García, hasta donde acudió, junto con su abogado, a revisar el expediente.

Sobre él pesaba una orden de detención con fines investigativos que fue ejecutada por agentes policiales.

Dentro de las siguientes 24 horas, Fiscalía formuló cargos en su contra por el delito de tentativa de asesinato.

Juicio

La investigación impulsada por el fiscal García, de la Unidad de Personas y Garantías No. 5, demostró que el procesado fue el responsable de la agresión sufrida por la víctima, quien perdió el 99% de su movilidad corporal tras el ataque.

El Tribunal de Garantías Penales   le impuso al procesado una pena privativa de la libertad de 17 años y seis meses, como responsable del delito referido.

(I)