Comunidad
Condena de tres años por abuso sexual recibe un exnotario en Orellana, conoce la cadena de humillaciones que sufrió una exempleada
El acoso que mantuvo Ramiro Fernando C.M., hoy exnotario, contra una trabajadora de la Notaría lo llevó a recibir tres años de privación de su libertad, como autor de abuso sexual en el contexto laboral.
El exnotario le pedía a su víctima unos “segundos de intimidad”, informa este martes 10 de mayo de 2022 la Fiscalía, en una nota de prensa.
El procesado, exnotario del cantón Orellana, de 66 años, fue juzgado por los actos de naturaleza sexual ejecutados –entre junio y septiembre de 2019– contra de una mujer de 40 años que trabajó en la Notaría, incluso antes de que el procesado asumiera funciones. Según la Fiscalía, poco a poco, el ambiente laboral en el que se había desenvuelto por casi diez años se tornó agresivo para la mujer. Su jefe, Ramiro Fernando C. M., empezó a escribirle textos con contenido sexual implícito.
La mujer rechazó estas insinuaciones y más de una vez le exigió respeto, asegura la instancia fiscal. Entonces, el exnotario escaló de acoso a abuso sexual: en reiteradas ocasiones tocó sus partes íntimas y un día trató de obligarla a entrar en un lugar vacío del edificio donde laboraban, para tener “una relación rápida”.
Al no obtener la respuesta que quería, la insultaba, a veces en presencia de usuarios en la Notaría.
A la par, empezó a bajarle el sueldo y a enviarle llamados de atención y memos, con observaciones a su desempeño laboral.
Hasta que el 11 de diciembre de 2019, tres días después de que la víctima denunciara estos hechos en Fiscalía, fue notificada como suspendida en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Además, la esposa del entonces notario le exigió que entregue los archivos, diciéndole que se “terminó el contrato laboral”.
Al dictar sentencia, un Tribunal ordenó, aparte de la pena privativa de la libertad, el pago de una multa de diez salarios básicos unificados y la entrega de una reparación integral de 5.000 dólares, que deberá cumplir el procesado.
A esto se añadió la asistencia psicológica para la víctima, con el objetivo de aplacar y subsanar el cuadro mixto de ansiedad y depresión generado por los hechos que vivió.
En su testimonio, sin juramento, el exnotario negó los hechos y dijo que llamó la atención a la mujer por “ineficiencia”.
Alegaba que –al ser ingeniera– “no distinguía entre singular y plural, masculino y femenino”, lo que podía acarrearle acciones legales en la elaboración de escrituras públicas.
Sin embargo, precisa la Fiscalía, no presentó pruebas para demostrar esta aseveración. (I)
Qué hizo el exnotario
Le bajó el sueldo
La víctima enfermó
El exnotario negó los hechos