Ecuador
Novena de Navidad 2025: qué es, cuándo se reza y qué se reflexiona en cada uno de sus nueve días
Cada jornada incluye oraciones iniciales, lectura de la palabra de Dios, reflexión, peticiones y los tradicionales gozos, acompañados de cantos navideños.
La novena de Navidad es una de las tradiciones religiosas más extendidas en diciembre, especialmente entre las familias católicas de Ecuador y América Latina. Esta práctica se realiza durante los nueve días previos a la Nochebuena, como preparación espiritual.
En este 2025, la novena ya empezó y se reza del martes 16 al miércoles 24 de diciembre. Durante este periodo, hogares, instituciones, empresas e iglesias se reúnen para compartir momentos de oración, reflexión y encuentro familiar. Aunque la estructura del rezo se mantiene, cada día propone lecturas y meditaciones distintas, orientadas a valores como la esperanza, la fe, la vida en familia, la reconciliación y la acogida del Niño Jesús.
- Primeros días:
Las oraciones y reflexiones suelen enfocarse en la espera del nacimiento de Jesús y en la esperanza cristiana. - Días intermedios:
Las lecturas bíblicas destacan con frecuencia la fe, la confianza en Dios, la vida familiar y el ejemplo de san José y la Virgen María. - Últimos días:
La meditación tiende a centrarse en la paz, la reconciliación, la fraternidad y la acogida del Niño Jesús.
Cada jornada incluye oraciones iniciales, lectura de la palabra de Dios, reflexión, peticiones y los tradicionales gozos, acompañados de cantos navideños y espacios de encuentro familiar.
Así se reza el tercer día de la novena
Preparación
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu hijo la prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanizado, suplicando por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongan nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Dios te salve María, llena eres de gracia Lectura del Santo Evangelio según san Mateo :
La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: "Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con nosotros”".
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
Palabra de Dios
Respuesta: te alabamos Señor.
La Palabra de Dios nos invita a reflexionar y contemplar un episodio importantísimo en nuestra historia de salvación. Aprender de san José, pues se muestra dispuesto y obediente a la voluntad de Dios Padre, aun cuando ya había tomado la decisión de repudiar en secreto a María. Escucha en su sueño las palabras del ángel y actúa de inmediato; es la misma actitud que debemos tomar nosotros como cristianos frente a la voz del Padre, no discutir, contradecir o indagar frente a los designios que Dios tiene para nosotros, por el contrario, es necesario estar prestos a escuchar y hacer su voluntad.
De la mano con esto, también es necesario el valor de la fortaleza frente a las responsabilidades que se deben asumir al tomar decisiones, para José no era nada fácil aceptar y tratar de comprender las palabras del ángel, desconocía todo aquello que esto implicaba, pero fue y actuó con valentía.
Otra actitud para imitar de san José es la confianza plena en Dios, se abandona totalmente a su voluntad, y la verdad nosotros muchas veces dudamos y hasta desconfiamos de los planes de Dios, pues nuestra lógica humana y la razón impiden en ocasiones que esa experiencia de Dios no esté medida por los intereses particulares.
De esta manera, un sueño llamado fraternidad es tener la actitud de san José en esa aceptación a la voluntad de Dios, en el recibir con amor a la otra persona como él acepta a María. El tesoro más grande es recibir al Niño que nos hace hermanos y que nos enseña con su vida a amar y perdonar a los demás. Este sueño de hermandad sigue latiendo en la eucaristía, en donde Dios sigue confiando en el ser humano, para que viva en la unidad y sienta al otro como un hermano y no un enemigo.
Que en cada eucaristía aprendamos a aceptar y discernir los designios de Dios sobre nuestras vidas, aunque esto muchas veces implique cambios radicales en la manera de actuar y así comprender a la luz del Espíritu Santo las voces de aquellos ángeles que nos hablan y muchas veces no solo en sueños, sino en personas que quieren lo mejor para nuestras vidas.
Confiadamente hagamos nuestras peticiones a Dios.
Para que los padres de familia y los padrinos cumplan con su compromiso de educar cristianamente a los niños. Para que Jesús nos conceda la gracia que le pedimos en esta novena, si es de su agrado. (Pueden añadirse otras peticiones).
Coro Estrofas Pequeños y grandes, en gran procesión, Los jóvenes todos, con gran persuasión, Que nuestras familias, como Nazaret, Que amemos a todos, nos manda el Señor, Que, al fin de mi vida, con tu protección, Oh Jesús, maestro divino de los hombres, ilumina a los padres de familia y a todos los encargados de la educación cristiana de los niños y de los jóvenes, para que cumplan con la solemne misión que él les ha encargado, amén.
(I)
Oración para todos los días
Texto bíblico
Reflexión
Oración comunitaria
Escúchanos, Señor.
Escúchanos, Señor.
Gozos
Oh Divino Niño, mi Dios y Señor,
tú serás el dueño de mi corazón.
Aquí, en tu santuario, con fe y oración,
te pedimos todos nuestra conversión.
venimos alegres a hacerte oblación.
radiantes de anhelos, van al Salvador.
sus grandes virtudes puedan conocer.
con todas las fuerzas con que amamos a Dios.
tenga yo la dicha de mi salvación.
Oración final