Ecuador
En el Día de la Virgen de Guadalupe, te decimos cuál es la oración de san Juan Pablo II a la Patrona de México
Amor y cercanía demostró el papa Juan Pablo II, hoy santo, a la Virgen de Guadalupe. Para el Pontífice, “Santa María de Guadalupe no era solamente para el pueblo mexicano, sino que ese latido unía a todos en la misma fe mariana y eclesial”, publica Desde la Fe.
“Son tantísimos los corazones que, desde todas las Naciones de América, de norte a sur, convergen en peregrinación devota hacia la Madre de Guadalupe. Muestra de ello es la significativa participación en este acto, al unísono con las gentes de sus respectivos pueblos, de los representantes de los países latinoamericanos y de la Península Ibérica, unidos por comunes lazos de cultura y devoción mariana”, expresó en su homilía en la Basílica de San Pedro, 12 de diciembre de 1981.
Así rezó a la Morenita el papa Juan Pablo II
Este domingo 12 de diciembre, recordemos la oración a la Guadalupe, Patrona de México, que dejó el Papa amigo, el Papa viajero. ¡Oh Virgen de Inmaculada, Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares Enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos, Esta es la Oración de Consagración a la Virgen de Guadalupe:
Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En estos momentos, como Juan Diego sintiéndonos pequeños y frágiles
ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Gracias por visitar nuestro hogar. Te suplicamos que te quedes entre nosotros
acudimos a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión.
Alcánzanos de Tu Hijo la salud y la esperanza, la fortaleza y la serenidad,
que nuestros temores se transformen en alegría.
Santísima Virgen María, gran misionera de nuestros pueblos,
sé caricia maternal que conforte a los enfermos,
y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús,
tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Se reza un Ave María
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios,
no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen, gloriosa y bendita!
Amén.
En septiembre de este año, cuando México celebró los dos siglos de la consumación de la independencia, el papa Francisco envió carta a la Conferencia Episcopal de ese país.
Francisco alentó a que la Virgen de Guadalupe siga siendo “guía segura” de México.
“María de Guadalupe, la Virgen Morenita, dirigiéndose de modo particular a los más pequeños y necesitados, favoreció la hermandad y la libertad, la reconciliación y la inculturación del mensaje cristiano, no solo en México sino en todas las Américas”, expresó, según divulgó Aciprensa.
En la carta, el Papa hizo votos para que la Virgen de Guadalupe “siga siendo para todos ustedes la guía segura que los lleve a la comunión y a la vida plena en su Hijo Jesucristo”.
Desde que inició su pontificado, una de las celebraciones más significativas del Papa argentino ha sido celebrar cada 12 de diciembre a María de Guadalupe.
(I)
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Madre del verdadero Dios y Madre de Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
De una plena fidelidad a Jesucristo a su Iglesia:
No nos sueltes de tu mano amorosa.
los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios
y a las almas.
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
Para que estén muy unidas, y bendice a la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestra culpas
y pecados en el sacramento de la Penitencia,
que trae sosiego al alma.
Que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
Con nuestros corazones libres de mal y de odios,
Podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén
Juan Pablo II
México, enero de 1979
Qué ha dicho Francisco de la Guadalupe