Jenny, Ana y Jessica, tres historias de la nueva vida que construyen los ecuatorianos retornados de España: Conoce cómo funciona el programa de apoyo productivo

Las historias de los migrantes ecuatorianos retornados de España llenan de esperanza. Tres casos en particular, reseñados por la agencia EFE, muestran cómo es posible transformar la dura experiencia de migrar en una oportunidad para continuar con nuevos bríos en Ecuador con el apoyo necesario.

"De emigrar a emprender: la nueva vida de ecuatorianos retornados de España" es el nombre del reportaje de la agencia española de noticias publicado el lunes 11 de julio de 2022.

Jenny, Ana y Jessica son las tres mujeres que volvieron a territorio ecuatoriano después de migrar a España y lograron emprender.

Este radical cambio de vida las llevó a abrir criaderos de animales, tiendas e incluso una ortopedia con aparatos fabricados en una impresora 3D, gracias al programa de retorno productivo voluntario.

¿Cómo funciona el programa de retorno productivo voluntario?

Los ecuatorianos retornados han podido restablecerse en sus lugares de origen con un negocio propio gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno español y también de la Unión Europea (UE).

El programa, enfocado en migrantes en situación de vulnerabilidad, costea a cada beneficiario el pasaje aéreo, un bono de 450 euros y hasta 6.000 euros para emprender su negocio. Todo, con el compromiso de no retornar a España en un periodo mínimo de tres años.

La Asociación Rumiñahui, la organización ecuatoriana en España se encarga de canalizar las solicitudes de las ayudas del programa de retorno productivo voluntario con el apoyo en territorio ecuatoriano de la Fundación Vista Para Todos.

Las historias de los migrantes ecuatorianos retornados

Jenny Gall y sus dos hijas de 12 y 9 años: Una de sus pequeñas padece el síndrome de Delleman, una enfermedad muy rara con apenas 24 casos en niños en todo el mundo. Esto llevó a Jenny a fabricar ella misma estos objetos, usualmente muy caros.

Regresó a Ambato, provincia de Tungurahua, en mayo pasado. Al retornar abrió una innovadora tienda de instrumentos ortopédicos confeccionados con impresoras 3D, como andadores, prótesis y férulas, tanto para personas como para mascotas.

"Los andadores que hacemos están entre 400 o 500 dólares. Afuera se encuentran entre 1.500 y 2.000 euros", cuenta a EFE Gallo.

Ella volvió a Ecuador desde Badajoz, donde estuvo un año dedicada a la limpieza de casas y el cuidado de ancianos.

"Pero ya no había trabajo y, como estaba con mis dos niñas, se me complicaba muchísimo", lamenta.

La mujer denuncia que fue víctima de una estafa al adquirir los billetes para retornar a Ecuador. Tras perder el dinero para regresar, acudió desesperada a la Asociación Rumiñahui.

Ana Gabriela Guaján, de 29 años: Tres años atrás se había instalado en Navarra para estudiar Administración de Empresas, pero tuvo que interrumpir sus estudios cuando le detectaron leucemia, lo que le llevó a un trasplante de médula para salvar su vida.

Ana Gabriela Guaján construyó un criadero de cuyes como beneficiaria del programa de retorno productivo voluntario,. Foto: EFE / Fernando Gimeno

Actualmente, Ana está en Cayambe, parroquia rural al norte de Quito, donde alimenta a sus cuyes en el criadero que construyó con la ayuda recibida para regresar a Ecuador en marzo desde Pamplona.

"Salí airosa. Gracias a Dios estoy con vida y regresé para acá a Ecuador", cuenta a EFE Guaján.

Quería estar con su madre en el tiempo que le queda de recuperación.

"Serían unos años más para poder estar ya físicamente y volver a retomar mi vida", añade al señalar que el criadero de cuyes, considerados un manjar en la zona, le permitirá solventar sus gastos de medicinas.

Jessica Rivera, de 27 años:  Vivió en Madrid tres años realizando trabajos de limpieza. En su regreso a Otavalo, provincia de Imbabura, con su hija recién nacida, Jessica abrió una tienda de alimentos para animales.

"Me ha venido muy bien porque tengo que pasar la mayor parte del tiempo con ella y no tengo que dejarla en otro sitio para trabajar, además de que va a ser un sustento para ella", afirma Rivera.

Jessica Rivera posa con su hija recién nacida en la tienda de alimentos para animales que ha abierto en Otavalo. Foto: EFE/ Fernando Gimeno

Símbolos de una oportunidad de futuro en Ecuador

Los casos de Jenny, Ana y Jessica son "como un símbolo que puede evocar montones de situaciones en las que el retorno ha sido una salida y una importante oportunidad de futuro", considera Sagrario Salaberri, la consejera de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España en Ecuador.

"Volver a tu entorno con un emprendimiento, en el que además tienes independencia y autonomía, es una ayuda y un empujón. Si hay vista en el emprendimiento, puede ser el futuro de toda la familia", destaca a EFE Salaberri.

El programa se da también en otros países como Colombia o Senegal, pero el nexo de la Asociación Rumiñahui ha permitido que se beneficien unos 250 ecuatorianos en 15 años, según resalta su presidente, Vladimir Paspuel.

"Pedimos a la UE aún mayor implicación. No creo que sea válido lanzar a la gente a sus países sin recursos ni dinero. Luego reemigran. Hay que apostar por gente emprendedora como Jenny, Ana y Jessica que tienen ganas de salir adelante, establecerse en Ecuador y tener mucha tranquilidad", concluye Paspuel.

Diego Benítez, presidente de la Fundación Vista Para Todos añade: "Es otra realidad en el momento que tienen un emprendimiento, y si lo hacen bien, ese emprendimiento les puede durar toda la vida". (I)