MILCA CABRERA REDACCIÓN

Con 18 años de fundación, el club Espuce, que nació en las aulas de la Universidad Católica del Ecuador en Quito, es uno de los clubes de fútbol femenino más activos del país.

El equipo estuvo liderado por Mauricio García Mora hasta el 2018, cuando falleció. Desde entonces, con el objetivo de participar en instancias más competitivas, los fundadores asumieron el liderazgo. Una de ellas es Isabel Carrera, gestora de Espuce, quien en entrevista con este medio, destacó la esencia de las jugadoras que forman parte del club.
“Tenemos grandes capitanas, grandes líderes, pero el espíritu de cuerpo del equipo está siempre por delante”, menciona la socia fundadora. Carrera asegura que “el equipo tiene dificultades para tener goleadoras (…) porque Espuce lucha por los activos conjuntos, destacando el trabajo en equipo”.

Los valores de la agrupación son enseñados a sus 60 miembros del club, quienes son desde niñas de 11 años hasta jugadoras semiprofesionales y profesionales que han convertido el fútbol en su carrera.

Jugadoras de Espuce reflejando la importancia del espíritu de trabajo en equipo. Fotografía: Cortesía.

Sentido de pertenencia

Para Carrera, el sentido de pertenencia de pertenencia de las miembros de Espuce se ha convertido en el as bajo la manga que llevan a cada partido.

Afirman estar súperorgullosas de haber quedado en cuarto lugar (en la reciente Superliga femenina). Las quiteñas tienen tres equipos en total: Sub-14, Sub-16 y la categoría absoluta que está en la Superliga Femenina. Las jugadoras entrenan de lunes a sábado, a partir de las 17:00.

Al contrario de la realidad del fútbol másculino, aún es difícil que las mujeres puedan hacer de este deporte un trabajo a tiempo completo. “Somos todavía un equipo de dedicación parcial, nosotros creemos que las chicas hoy todavía no pueden recibir una remuneración que les permita dedicarse a tiempo completo”, asegura la fundadora. Además, argumenta que la misma situación se vive en el continente europeo. “No es solo en nuestro equipo, es la realidad y creemos que las chicas tienen que tener espacio para complementar su vida y para que el fútbol sea una parte importante, pero no la única”, lamenta Carrera.

Jugadoras titulares de Espuce en uno de los partidos de la SuperLiga Femenina. Fotografía: Cortesía

Logros significativos

A pesar de esto, Espuce ha obtenido significativos logros a lo largo de su trayectoria. Han llegado cuatro veces a la final en torneos nacionales, dos veces campeonas de la categoría Sub-14 en la Conmebol y participado en Copa Libertadores de Menores en Paraguay en el Torneo Evolución en 2019 y 2020. Además, las jugadoras del club se coronaron campeonas de la primera etapa de la SuperLiga Femenina en el 2015, competencia en la que participan desde el primer año.

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Aunque tuvieron un proceso de transición, ya que en el primer año descendieron de categoría, lograron el ascenso de Pichincha y en abril pudieron volver a Superliga 2021. Cada año Espuce ha llegado al ‘play off’ en la Superliga.
“Nos enfrentamos a un torneo de grupos todavía por zonas, pero que todos los partidos son finales, sabemos que en todos los partidos, al arranque te estás jugando categoría y después te estás jugando clasificación y después te estás jugando instancias finales”, comenta la sociofundadora.

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Carrera explica que el sentido de pertenencia es súpergrande, porque las “jugadoras luchadoras” tienen a la disciplina, los valores y el compromiso con el club corriendo a través de su cuerpo. Además enfatizó en que Espuce no usa el método “borra y va de nuevo”.