¿Por qué las mafias albanesas eligen operar desde el Ecuador?

Para poder comprender una parte de la violencia desatada que atraviesa el Ecuador, hay que tomar en consideración a uno de los elementos protagónicos de la lucha por el control del narcotráfico en el país: las mafias albanesas. Su reconocido accionar sanguinario y forma de operar ya está en los registros de la Policía. Las autoridades rastrean a estas organizaciones dentro del territorio nacional aproximadamente desde el 2014.

En los últimos días el tema tomo relevancia luego del asesinato de un albanés en un restaurante del norte de Guayaquil el 22 de enero de 2022. Se trata de Dashi Ergys que en Ecuador no tenía antecedentes y no era parte de ninguna investigación policial, pero que en Europa contaba con un largo historial delictivo, según El Universo. Era buscado por tráfico de drogas, explotación sexual y tenencia de armas.

¿Cómo operan las mafias albanesas desde el Ecuador?

Las mafias eligen operar desde Guayaquil por ser, en primer lugar, el puerto principal del Ecuador. Pero además, según lo detalla una extensa investigación de Plan V y la Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) elaborada en diciembre de 2019, encuentran facilidad en el ingreso de forma "legal". Asimismo, desde este territorio obtienen una ubicación estratégica para hacer conexión con otros carteles de la región.

Los ciudadanos de Albania no necesitan visa para ingresar al país y pueden permanecer hasta 90 días en condición de turistas al año y luego renovar por otros tres meses más haciendo un trámite. Ecuador solo pide visa a ciudadanos de unas cuantas naciones africanas y a cubanos. Para ingresar al país no se requiere certificado de antecedentes penales, pero ese no es el problema, pues muchos albaneses ingresarían al país con identidades falsas.

Documentos falsos

Según declaración de Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia del Ejército ecuatoriano, a Plan V, los albaneses tienen facilidades para conseguir identificaciones falsas. Clonan pasaportes de países vecinos como Montenegro, Kosovo o Macedonia del Norte.

Pazmiño relata que estos pasaportes se consiguen por muy poco valor y a las autoridades migratorias ecuatorianas se les hace muy difícil saber si los nombres que usan son reales o falsos. El mismo director de inteligencia dice que "Ecuador es un país vulnerable a la filtración de delincuentes extranjeros". Este fenómeno se lo adjudica a la dolarización y la presunta corrupción dentro de los organismos nacionales que permite la compra fraudulenta de cédulas y pasaportes.

En Ecuador, según la periodista Klodiana Lala, hay 3.000 albaneses. La mayoría involucrados en el narcotráfico o que se quedan como garantía o rehenes de quienes que han enviado droga. “En el momento en que el envío no llega a su destino, tenemos un asesinato”, contó Lala.

Idioma y ubicación estratégica

Además de arreglárselas para poder ingresar de manera desapercibida al país, el informe de Plan V y la OCCRP dice que el idioma es una gran ventaja. Comentan que a los albaneses se les hace fácil aprender español ya que comparten frontera marítima con Italia. Y que además, por esta misma cercanía con el país de la bota llegan al Ecuador para "responder por los intereses de la mafia italiana".

Forman alianzas con bandas criminales ecuatorianas para preparar cargamentos que viajan directamente hacia Albania. Según las rutas de la droga identificadas por las investigaciones policiales, a las mafias albanesas se les hace más fácil distribuir estas sustancias desde su propio país hacia el resto del viejo continente. Entonces, el tránsito queda marcado de la siguiente manera: Ecuador – Albania – resto de Europa; al menos el que maneja esta mafia en específico.

Las mafias albanesas

Las autoridades describen que las mafias albanesas son organizaciones familiares. Destacan que tienen entrenamiento militar y sostienen prácticas sanguinarias. Asimismo, cuentan con códigos de honor en los que, según la publicación de Plan V, "nadie traiciona a nadie". Desde el Ecuador pretenden establecer conexiones directas con carteles de países cercanos como Colombia, Venezuela y Bolivia.

Mientras tanto, las autoridades intentan desarticular este tipo de organización que añade su cuota a la violencia que mancha con sangre las calles del Ecuador.

(I)