Ecuador
Si yo me quiero morir no es un asesinato, dice Cecilia Heyder, la chilena a la que le negaron eutanasia y se querella con el ministro de Salud
"No me dieron la eutanasia y me prometieron una atención digna en mi casa. Pero el hospital no quiere cumplir. Tengo que ir constantemente al doctor, esto no es vida".
Así resume su día a día la activista chilena Cecilia Heyder, de 55 años y con más de una década luchando por el derecho a una muerte digna, reseñó EFE a mediados de semana.
Lleva 10 meses sin rendirse. Desde principios de este año, cuando se le rechazó la opción de terminar con su vida, busca obtener cuidados paliativos en su domicilio. Cecilia Heyder padece de cáncer, lupus y un trastorno sanguíneo que la obligan a cuidarse en extremo de cortarse, golpearse o caerse para evitar hemorragias internas, dijo a la agencia AFP. Hace tres semanas a una colombiana le suspendieron la aplicación de la eutanasia a horas de que se produjera su decisión de acortar su vida. A los 51 años y con escleroris lateral amiotrófica, Martha Sepúlveda iba a ser la primera paciente con un diagnóstico no terminal en acceder a la eutanasia en Colombia.
“Si yo me quiero morir no es un asesinato. Es mi opción libre, soberana e individual de cerrar mi ciclo. Estoy sufriendo, es un acto piadoso, humanitario que me concedan morir”, contó Heyder a la agencia francesa de noticias. “Yo amo vivir, disfruto la vida. Disfruto las plazas, los parques, mis hijos, pero cuando no tienes una calidad de vida, es mejor un buen morir”, expresó en abril.
La activista chilena presentó una querella contra el ministro de Salud, Enrique Paris, por no otorgarle supuestamente cuidados paliativos en su casa tras haber recibido una negativa para obtener una muerte digna.
Hace siete meses, el tribunal supremo determinó que se debía poner a su disposición "los medios técnicos y humanos para brindarle los cuidados necesarios", pero Heyder denuncia que eso no ha sucedido.
La querella también apunta a Luis Escobar, director del Hospital San José, de la capital, por no entregar supuestamente atención médica en su casa.
“Llevo muchos años luchando por una ley de eutanasia sin saber que me iba a tocar, sin saber que la iba a pedir, porque creo en los derechos individuales y soberanos de cada persona”, dijo Heyder a la AFP en abril pasado.
Consultada sobre el porqué pide esa salida respondió: “Cuando ves que tu vida ya no es la misma, cuando ves que tu vida se acaba y que ya no vas a poder salir a marchar, a hacer lo que más te gusta en la vida, que es encadenarte o protestar, es mejor dar un paso al costado y no seguir sufriendo”. (I)
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