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Ecuador

Cádaver del soldado Wilson Ilaquiche fue encontrado en Tumaco

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COLOMBIA/AFP

El cuerpo del soldado ecuatoriano Wilson Ilaquiche, desaparecido desde mayo de 2018 cuando trabajaba en un destacamento militar en la frontera con Colombia, fue identificado y será entregado a su madre, informó este lunes la fiscalía colombiana.

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En un documento dirigido a la entidad forense, la fiscalía de la ciudad portuaria de Tumaco, sobre el Pacífico colombiano, solicitó "que se haga entrega del cadáver de quien en vida respondía a los nombres de Wilson David Ilaquiche (…) a la señora Gloria Matilde Gavilánez (…) en calidad de madre".

El soldado del ejército de Ecuador fue reportado como desaparecido el 14 de mayo, cuando prestaba servicio en la unidad militar de Tobar Donoso, en la provincia andina del Carchi (norte). El ejército de ese país anunció entonces que cuatro soldados habían abandonado sin autorización el destacamento para dirigirse a un poblado vecino. Desde ese día se desconocía el paradero del cabo segundo de infantería.

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La familia de Ilaquiche, que denunció el caso como desaparición forzada, acudió recientemente a la morgue forense de Tumaco, donde se le tomaron muestras de sangre para cotejarlas con el ADN de los cuerpos que permanecían sin identificar en la estatal Medicina Legal del municipio.

"Nos indicaron que no ha existido ninguna diligencia o pedido de información sobre el caso por parte de las autoridades ecuatorianas y que los resultados de la prueba de ADN estarían en el lapso de un mes", señalaron los familiares en un comunicado.

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La desaparición del soldado se produjo en la época en que autoridades colombianas y ecuatorianas lanzaron una cacería contra Walther Patricio Arizala (alias Guacho), responsable del secuestro y asesinato en cautiverio de un periodista, un fotógrafo y un chofer del diario El Comercio de Quito. El equipo había viajado a la frontera para cubrir el fenómeno de violencia en la zona.

Guacho, quien comandaba un grupo de disidentes de las FARC, fue abatido en diciembre en una operación de las fuerzas colombianas en una zona selvática del fronterizo departamento de Nariño.

Arizala lideraba el frente Oliver Sinisterra, una facción de la exguerrilla de las FARC acusada por el Ejército colombiano de operar como brazo armado del cártel mexicano de Sinaloa.

Los disidentes emprendieron en enero de 2018 una ofensiva contra la fuerza pública ecuatoriana en la frontera con Colombia, dejando además cuatro militares muertos tras una explosión.

El frente se disputa con otros narcotraficantes y disidentes de las FARC el Pacífico colombiano -punto de salida de cargamentos de cocaína a Estados Unidos- y el control territorial de Nariño, la zona con más narcocultivos del mundo.

Sin un mando unificado, los disidentes de las FARC se estiman en 1.600 combatientes, según la Fundación Paz y Reconciliación de Colombia. (I)

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