Este joven aldeano le da electricidad a toda una región con pedales de bicicleta y un compresor de refrigerador (FOTOS)

En Malawi, un pequeño país sin salida al mar, ubicado en el sureste de África, cuando el sol se mete en el horizonte, hay zonas que se quedan escondidas en la oscuridad, no hay nada que ilumine aquellas noches, solo 11 por ciento de la población tiene electricidad. Pero hay una pequeña aldea ubicada a más de 300 km de la capital, Lilongwe, donde algunas bombillas adornan esta boca de lobo, se llama Yobe Nkosi.

Foto: AMOS GUMULIRA / AFP

Este privilegio inusual en la aldea es gracias al ingenio de Colrerd Nkosi, que después de varios años de regresar a su hogar, tras terminar sus estudios, decidió que no podía seguir viviendo sin electricidad. Entonces un día se dio cuenta de que el río Kasangazi, que tenía frente a su casa, tenía una corriente capaz de mover los pedales de su bicicleta. Él no tenía habilidades como electricista, pero una vez se puso a curiosear con un dinamo, lo puso a andar, y así consiguió llevar electricidad a su casa.

Foto: AMOS GUMULIRA / AFP

Su logro se convirtió en una fuente de esperanza que iluminó a Yobe Nkosi. Los vecinos de Colrerd empezaron a llegar a su casa para recargar sus celulares y él tuvo una idea: debía ampliar el suministro. El proyecto se hacía más grande. Hizo una turbina con el compresor de un refrigerador y le dio electricidad a seis casas, aseguró él mismo a AFP.

Yobe Nkosi tiene una escuela, la única con electricidad entre las 17 que hay en la región y eso es gracias a Colrerd. La corriente recorre dos kilómetros a través de cables viejos, colgados en los árboles. A los pobladores les cuesta poco más de un dólar el servicio. Con eso no da para el mantenimiento, Colrerd termina pagando todo de su bolsillo. Aunque el Ministerio de Energía del país se comprometió a colaborar con el proyecto, quieren llevar electricidad a las 18 mil personas de la zona.

Foto: AMOS GUMULIRA / AFP

"Estamos muy agradecidos a Colrerd por habernos traído la electricidad. Mis palabras no son suficientes para explicar cuánto ha cambiado mi vida, ahora puedo hacer muchas cosas", afirma Satiel Nkosi, un primo de Colrerd, mientras ve una telenovela zambiana en un pequeño televisor junto a su familia.(I)

Foto: AMOS GUMULIRA / AFP

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