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“Era un amor”, “Era el hombre más atento del mundo”: Así un grupo de mujeres habló en programa de TV de dos "estafadores de Tinder a la colombiana"(VIDEO)
Enamorar para robar. La práctica del Estafador de Tinder la replican hombres de varios países y comienzan a conocerse las víctimas. Los nombres de Jack Becker y Yovany Anchique Cardozo están de boca en boca en el vecino país. Ambos son señalados como "estafadores de Tinder a la colombiana".
El caso lo revelaron mujeres, víctimas de estos hombres, el pasado domingo 20 de marzo de 2022 en el programa Séptimo Día del Canal Caracol.
En ese espacio, varias mujeres ofrecieron sus testimonios. Contaron cómo fueron engañadas por estos dos hombres que, mientras ellas buscaban el amor, aprovecharon para enredarlas y sacarles dinero a punta de mentiras, publicó Soho. Una víctima contó a Séptimo Día: “Yo terminé entregándole 60 millones de pesos a ese hombre”. Otra dijo: “Yo me enamoré, lo quise mucho. Lo veía como mi príncipe azul, el que soñé siempre”. Una tercera se confesó amante de la poesía: “Poema iba, poema venía… yo soy así”, narró.
Jack Becker abrió varios perfiles con, al menos, dos nombres y varias profesiones. Cambiaba de look e imitaba acentos. Este estafador hizo de todo para enganchar con sus anzuelos a mujeres del vecino país. Se movió entre Cota (Cundinamarca) y Bogotá. Yovany Anchique, promocionado una empresa de tecnología, cazaba a sus presas en Antioquia. Aquí, la insólita historia de este par de "estafadores".
Becker logró ilusionar a tres mujeres que contaron sus experiencias al programa Séptimo Día. Una, Yamile, abrió Facebook Parejas en mayo de 2021 y Jack llegó a ella contándole que era piloto, médico cirujano y ligado al gobierno de Estados Unidos.
Le manifestó que su esposa había fallecido al momento del parto y su hija tenía 8 años.
“No busco aventuras”, le dijo con un falso acento español. La contactaba por una línea de número internacional.
Súper atento, muy educado, culto. "Era un amor". Así se mostraba en mensajes y de repente “comenzó a hacer videollamadas”.
Quince días después de “relación virtual”, el hombre se dejó ver y la invitó a su casa. Le presentó a la hija.
“Ya estás aquí, ya no te vas”, le susurró y se hicieron “novios”. Su supuesta profesión de piloto la exhibía en fotos y en audios y videollamadas se mostraba cansado de tantas horas de vuelo. “Estoy en Nueva York, estoy en Barcelona, España, y me enviaba la ubicación”, recordó Yamile.
Al mes del "noviazgo" le "pidió prestado 5 millones, no, mejor, 3 millones”. Y accedió. En pocos días le pidió un millón 200 mil pesos y él con falsas capturas de transferencia (como supo luego) mintió diciendo que le pagaría 1.500 dólares.
Los días pasaron y el dinero no llegaba a la cuenta de Yamile, quien había tomado el dinero de la cuenta de su madre. Él le dijo que no se preocupara que estaba en Nueva York, que en horas viajaba a Colombia.
La mujer creyó y volvió a caer en su trampa. Jack la contactó y le dijo que si le puede prestarle más dinero para cancelarle a la maestra de su hija. Yamile confió y le transfirió millón 200 mil pesos.
Los días pasaron, ni pesos ni dólares entraban a su cuenta y aumentó la angustia de Yamile, quien dice que el hombre, durante unos 3 días, dejó de responder sus mensajes y atender llamadas.
Finalmente apareció. Virtualmente. Envió una imagen del supuesto giro de 850 dólares que aún sigue esperando la mujer.
-Quiero obviamente disfrutar contigo, hablar con tu mamá, darte la plata porque me rebota. Aquí tengo los euros para ti.
No volvió a verlo y ella decidió indagar sobre Jack Weffer y halló un correo asociado a un número en el que se identificaba como Jack Becker.
“Lo googlee y se me vino todo tipo de información de Jack Becker. Quedé en shock”. Yamile tardó en darse cuenta que estaba en manos de un estafador profesional: “Creí que era buena persona”.
Esta mujer al saber que estuvo compartiendo con un delincuente lo denunció en la Fiscalía colombiana.
Un investigador privado contó a Séptimo Día que tenían precisado al hombre tras contactarlo una mujer, otra víctima. Saben que tiene una morada, su casa de citas, para llevar a mujeres, a las que luego le quita dinero.
A esa vivienda fue, a finales de 2021, Cristina Hurtado. Le dijo que era piloto, neurocirujano y miembro de la Armada de Estados Unidos.
Hurtado describe al detallista Jack como un hombre con el mejor teléfono, computador y televisores. “Tiene muchas cosas finas”.
El investigador ha podido establecer que Jack Becker es colombiano y viene estafando desde el 2006. Con Cristina hizo lo mismo. La llamaba a diario y contaba de sus viajes a Brasil, Nueva York y Europa.
Esta mujer expresó que le dio 300 mil pesos hasta que detectó algo que la hizo huir de las garras de Jack Becker.
Un domingo, de paseo con la hija de Jack, la niña le manifestó que quería que su hermanito estuviera en ese parque.
-No sabía que tenías un hermanito. Tu papá dice que es viudo.
-No, mi mamá está viva. Yo hablo con ella todos los días.
En 2015, Beatriz Prieto sufrió una desilusión amorosa y decidió buscar el amor por internet. Conoció a Hans Collins, piloto, ingeniero aeronáutico, divorciado, sin hijos.
La relación comenzó igual: videollamadas y luego los mensajes.
La chica es de Tunja y viajó a Bogotá para conocerlo. Ese día él le mostró un anillo. Ese sería el que le daría al casarse con ella, le expresó.
A los días le dijo que tenía un apartamento y vino la propuesta: “¿Me prestas 3 millones de pesos?”. Fueron varios millones los que le dio, incluso creyendo que era para el apartamento en el que iban a vivir.
Algó llamó su atención con el tiempo. “Para mí él era Hans y las transferencias eran para Jack Becker”. Beatriz también buscó en Google ese nombre y descubrió todo: “Me sentí la mujer más estúpida del universo”.
Ante sus ojos quedó al descubierto Jair Alexander López.
Son dos los estafadores denunciados en el programa Séptimo Día. Unas antioqueñas también cayeron en las redes de otro: Yovany Anchique, quien se mostró, a las primeras de cambio, como un príncipe.
Sandra, de 50 años, diseñadora de moda. Vivió en matrimonio y tiene 3 hijos. “Decidí darme una nueva oportunidad en el amor y abrí cuenta en Tinder”, explicó.
Así cayó en manos de Anchique, quien dijo ser politólogo, con una empresa de tecnología y vinculado a varias alcaldías. “Me pareció interesante”.
El hombre le contó que era bogotano, de 43 años y con 2 hijos. Comenzaron a tratarse por Tinder hasta que pasaron a hablar, con más romanticismo, a través del Whatsapp.
El 19 julio de 2017 se conocieron. “Muy bien presentado y organizado”, recordó. La relación se fue afianzando. “Sentí que le importaba (…) era el hombre más atento del mundo”.
Sin embargo, Sandra dice que llevó a Anchique para que su hijo mayor lo conociera, pero este dijo que no le cayó bien. Igual opinión tuvo una amiga. “Él hablaba mucho de él, de lo que hacía. No me pareció”, contó esa mujer.
La empresaria antioqueña no escuchó y siguió saliendo con Yovanny. Se hicieron novios y comenzó el hombre a manifestar que estaba “apretado de dinero”.
Para su empresa de tecnología ella le dio un millón de pesos. Luego, para impulsar otra, Huellapps, le dijo que podía venderle acciones y le habló de 13 millones de pesos. Unos meses más adelante le dio 20 millones.
Anchique “le fue infiel” a Sandra con una modelo. Le habló de un trabajo con un tío en Cartagena y viajó con la modelo a esa ciudad.
Esta otra mujer subía sus salidas en Instagram con Anchique y por allí se enteró Sandra. “Estaban saliendo, yendo a la playa, brindando, comiendo y en apartamento en Cartagena con mi plata”.
Sandra dice que eso la afectó, pero decidió ser astuta: “Tengo que recuperar esos 20 millones de pesos”. Le siguió el juego a Anchique hasta que él le devolvió poco más de 12 millones de pesos. Sandra, luego, contactó a la modelo y le contó todo.
Aseguró que ella cortó con Anchique. Por un tiempo no se trataron, hasta que él volvió el ataque con promesas y palabras bonitas. Lamenta hoy la empresaria: “Yo terminé entregándole 60 millones de pesos”.
La diseñadora de moda narró que rompieron finalmente. Debió acudir a terapia psicológica y se mudó a Bogotá. Los dos hombres que fueron expuestos en el programa de Caracol se negaron a hablar de los hechos. Quizás con esta denuncia pública sus cualidades histriónicas y seductoras lleguen a su fin, para que no sigan dañando el patrimonio y reputación de más mujeres.
"Yo me enamoré"
Quiénes son estos señalados como estafadores
Estafador camaleónico
“Creí que era buena persona”
El neurocirujano
"Me dio por buscar el amor por internet"
El "estafador" de Antioquia
"Infidelidad" y perdón