Día del Padre: Con tres hijos a los 22 años, Tyron Tumbaco asumió con valentía la responsabilidad de ser papá

GUAYAQUIL / JOSÉ ANTONIO TUMBACO

En ninguna de las tres ocasiones en las que Gloria le dijo a Tyron que sería papá, este se asustó. Todo lo contrario. Aquel joven, en febrero de 1985, a sus 18 años, recibía la noticia de que se convertiría en padre de un varón.

El pequeño José Antonio sería el abanderado de la siguiente generación Tumbaco. Detrás de él, y con dos años de diferencia cada uno, Angelo Stalin y Ronald Arnaldo.

La ‘numerosa’ familia Tumbaco Monserrate, en 1989, iniciaría una historia liderada por aquel hombre, de orgullosa ascendencia peninsular, que había llegado a Guayaquil en su juventud, de la mano de sus padres y hermanos. “Cuando le dije a tu papá que te tendríamos, se emocionó demasiado. Esperaba ese momento con ilusión, a pesar de su edad”, recordó mi mamá.

La barriga de Gloria se hinchaba y con ella, también la responsabilidad del papá primerizo. “Me sentía preocupado por lo que iba a decirme mi mamá (Teresa Lindao, +), pero también sabía que tenía su apoyo. Y fue así porque apenas ella supo que Gloria estaba embarazada, me dijo que la trajera a vivir a la casa”, contó.

Luego tuvo que irse al cuartel obligado por su mamá y cree que esa fue la forma en la que Teresa se ‘vengó’ por haber ‘metido la pata’ tan joven.

Con el paso del tiempo y tres hijos a cuestas, Tyrone hizo de la telefonía su oficio de vida, incluso hasta hoy en sus trabajos liderando cuadrillas de jóvenes técnicos en la rama. Su condición familiar no le permitió terminar sus estudios, pero el tiempo lo recompensó al colocar la capa y birrete de sus herederos. Y a pesar de que Dios no le pudo dar esa hija que tanto quiso, lo premió de entrada con los nietos, pues de los seis que tiene, la primera fue una mujer: Pierina. (I)