¿Quieres probar el sexo en el baño? Con estas cinco recomendaciones podrás disfrutarlo sin riesgo de sufrir un accidente

Cambiar de escenario en los encuentros sexuales resulta genial para las parejas que ya comenzaron a caer en la rutina. El sexo en el baño es una práctica excitante, porque en este espacio podrán probar nuevas posturas, prestar atención a otras partes del cuerpo y tocarse piel con piel debajo del agua.

Uno de los beneficios de ducharse en pareja es que reforzamos los vínculos de intimidad. Además, el ritual de enjabonarse mutuamente, frotarse en el cuerpo del otro y la sensación de una profunda higiene puede despertar sentimientos más calientes. Pero debes tomar en cuenta que el sexo en el baño puede llegar a tener sus riesgos y dificultades.

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1. El piso del baño es resbaloso, por lo que hará falta un tapete, de esos de goma que se adhieren al piso. Si no tienen uno a la mano, usen una toalla.
2. Que el agua no les dé directamente en la cara, que la situación no se ponga tan fea, que se pueda gemir y respirar sin ahogarse.
3. San pacientes. Con tanta agua por todos lados, llegar al punto exacto es casi una proeza. Caricias, besos, palabras, lo que haga falta.
4. Debajo del agua todo parece más limpio y fresco: podría ser el momento perfecto para el sexo oral. ¿Ves por qué la toalla es importante?
5. Usa lubricante: el agua hace que la fricción sea dolorosa. (I)

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