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El legado de Felipe de Edimburgo, como primera gran figura pública que cedió el puesto de cabeza de familia a su esposa

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Felipe de Edimburgo y la Reina Isabel II se casaron en 1947, una sociedad muy diferente a la de la época actual. Durante años se habló que el recientemente fallecido estuvo bajo la sombra de su esposa, pero en realidad su legado puede considerarse mucho mayor.

En las primeras décadas de matrimonio entre la principal monarca de Gran Bretaña y el duque de Edimburgo, lo más común era ver al hombre como el líder de la familia. Era una posición innegociable. Ante las altas sociedades y la prensa, Felipe siempre debió mantenerse detrás de su esposa, pero esto sólo lo convierte en una de las primeras figuras públicas en dar el paso para un mundo más igualitario.

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Muchos usuarios de redes sociales analizan el legado de Felipe de Edimburgo. En estos mensajes se destaca la valentía del Príncipe de Gran Bretaña para ceder la posición de liderazgo a su esposa en un momento en el que no era común. De hecho, fuentes especializadas aseguran que él no habría tenido mayor relevancia en la toma de decisiones políticas de la corona.

De Felipe de Edimburgo también se destaca su importancia en la modernización de la corona, implicando a la televisión en los eventos reales. En definitiva se pudiera decir que el esposo de la Reina cumplió un rol como padre de familia y consejero en la vida personal de Isabel. (E)

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