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Beber poca agua puede hacerte engordar porque al no satisfacer la sed por largo tiempo el organismo activa la sensación de hambre “por algo dulce”
Beber poca agua puede hacerte engordar. Cuando la persona no satisface la sed por largo tiempo, el cuerpo le tiende una trampa y activa la sensación de hambre de ingerir cosas dulces. Todo con el fin de recibir su ración de líquido.
“En ocasiones, sentimos sensación de hambre cuando realmente lo que tenemos es sed. En algunas personas la sensación de sed no aparece porque se han acostumbrado a no hacerle caso. En este momento, el cerebro activa la sensación de hambre, pero de hambre de dulce”, confirma Jesús Domínguez, director técnico de MiAyuno.es.
También indica que, aunque lo ideal es tomar dos litro de agua por día, la ingesta de líquido también se cumple con los alimentos. En especial al ingerir frutas y vegetales crudos y cocinados. De ahí la importancia de comer suficiente de esto alimentos para mantener los niveles óptimos de hidratación o el equilibrio electrolítico. Por eso también, beber poca agua puede hacerte engordar.
Además, el agua es esencial para mantener la termorregulación, clave para transportar los nutrientes y el oxígeno a las células. Asimismo, favorece la transformación de los alimentos para su correcta absorción, refuerza el funcionamiento de las mucosas para respirar mejor, mantiene en buen estado las articulaciones, músculos y sistema nervioso y favorecer la eliminación de toxinas. (E)