Comunidad
Más de 20 familias lloran la muerte de niños y jóvenes, víctimas colaterales entre enero y abril de la violencia en la Zona 8 (VIDEO)
Disparar es la orden y los sicarios la acatan sin importarles si en la escena hay niños o adolescentes. Una veintena de familias llora la muerte de sus hijos, víctimas colaterales de una espiral de violencia que sacude a la Zona 8.
En Guayaquil, cada mes, mueren 4 o 5 niños, víctimas de balas perdidas de enfrentamientos entre grupos delictivos, según datos de la Policía Nacional expuestos en Teleamazonas.
En más de 110 días que lleva el 2022 solo en la Zona 8 son 23 menores los que han fallecido. La Zona 8, además de Guayaquil, abarca Durán y Samborondón. Mientras una familia compraba comida, el pasado fin de semana, a un local del suburbio de Guayaquil se acercaron dos carros y pistoleros atacaron sin detenerse en nada.
Un menor de 15 años cayó muerto al ser alcanzado por una bala en la cabeza. En otra situación, un menor de 9 años recibió dos tiros. Un padre, Walter Cuenca, recuerda entre lágrimas cómo unos sujetos corrían haciendo tiros. Su niña se desvaneció. “Yo cuando la tomé de los brazos, me di cuenta de la gravedad, toqué el coágulo en la cabeza”, recuerda entre lágrimas Walter Moncada.
En Samborondón un infante de 2 años también falleció de manera trágica. Se desplazaba junto a sus padres en una moto y un balazo segó su vida. "Por dispararle al papá, cayó el niño", lamenta Kleber Santana, tío del menor y quien reconoce que el progenitor del pequeño “tenía enemigos”.
Los frecuentes tiroteos alarman a las comunidades.
“Vivimos en zozobra”, describe una mujer, sin ofrecer su nombre. “Estamos como en México”, se atreve a comparar.
Oswaldo Araujo, desde Guayaquil, lamenta “tanta maldad que se ha multiplicado” y confiesa temor al salir de casa: “No sé si regresaré”.
Hay daños colaterales, lamentablemente mueren niños y mujeres, dice el abogado Miguel Sánchez Afirma que el Gobierno debe “poner mano dura” y a los administradores de justicia pide aplicar la ley, “no interpretarla a su manera”.
Dolor en la Zona 8
"Vivimos en zozobra"