Yulaike Coffee ofrece ‘experiencias y emociones’

En los bajos de un gran edificio del norte de Quito, en uno de los sectores ejecutivos más concurridos de la ciudad, se abre paso una pequeña cafetería con un servicio muy particular.

Al ingresar, en la puerta de cristal, salta a la vista el nombre: ‘Yulaike Coffee’ y unos curiosos vasos de cartón con dibujos en el frente que llaman la atención, y en su interior, un amarillo estruendoso con fondo negro nos da la bienvenida.

Enseguida se presenta Andrei Labyrin, de nacionalidad rusa, dispuesto a guiar a la clientela. Es el dueño del lugar y lo maneja junto a su esposa Lili Salcedo, ella es ecuatoriana y su negocio se caracteriza por un mágico plus.

“El concepto es personalizar el vaso de cualquier bebida”, explica Andrei; para ello 3 artistas trabajan junto a la pareja con el fin de retratar a los clientes. Y ahora viene lo especial: para ver la magia, Andrei recomienda pedir un café con algo de leche y solicita que se le envíe una foto del rostro, o de la imagen a gusto, a un número de WhatsApp.

En unos 5 minutos, presenta un capuchino con la foto enviada, impresa con tinta de café sobre la espuma. Sí, impresa. Se trata de una máquina cafetera especial, traída desde Europa.

Su afán es el de combinar el café, el arte y la tecnología. “Antes de abrir estudiamos las tendencias mundiales, y lo que actualmente mueve los negocios es la personalización de productos y las emociones (…) por eso nuestro lema es ‘Brindar emociones’”, dice Andrei, entre un español un tanto tropezado.

Esa es la razón por la que escogieron ese fuerte amarillo, no solo para identificar al sitio, sino también, para darles ánimo a sus clientes. “Aquí la persona se va a encontrar a sí mismo, como persona individual”, expresa Andrei, quien se pausa para concretar la idea y su esposa lo ayuda. Así continúa diciendo: “como una persona única”.

Por su parte, Lili menciona que a quienes más sorprende esta propuesta, es a los extranjeros y al público adulto. “Son mucho más expresivos, se miran así mismos y enseguida se toman fotos (…) las personas mayores vienen a menudo a pedir fotos de los nietos”, comenta.

Su idea es expandir el negocio y vender la franquicia, pero no solo en Quito, sino en todo el país, incluso piensan llegar a toda Latinoamérica. Su idea cuenta con título de propiedad intelectual debidamente registrado. (I)

EL LOCAL:

Queda en la avenida 6 de Diciembre y Checoslovaquia, norte de Quito.
– Abrió el 21 de mayo y ya tienen clientes regulares.
– El arte está incluido en el costo del café, el cual puede ir desde los 2 dólares.