Comunidad
Los techos cuencanos se adornan con cruces
De diferentes tamaños, modelos y colores son las cruces que elabora el artesano Amadeo Vásquez (65 años) en su taller ubicado en la bajada de El Padrón.
Sus principales compradores son migrantes retornados, aunque no se quedan de lado los turistas y ciudadanos, que están por inaugurar sus viviendas.
Según comentó Amadeo, las cruces se construyen con moldes (hechos por él), luego lima y coloca figuras alusivas al espíritu santo, el cáliz, pararrayos, palomas y flores. Entre los materiales usados está el platino, plancha tool y vidrio catedral. En la elaboración de una cruz grande y bien adornada se tarda alrededor de 15 días y puede llegar a costar $350 dólares. Mientras que en una cruz pequeña se demora 15 días y su costo es de alrededor de 100 dólares. Pedro Soto, párroco de El Cenáculo, indicó que en América Latina, la cruz se implantaba en los caminos y montañas; y al fundarse las ciudades, los pobladores de ascendencia española colocaban la cruz encima del techo al bendecir la casa. “Significaba que querían la protección de Dios para la casa, la familia”, mencionó.
Según dijo el sacerdote, la cruz era sencilla. En algunos casos comprada por compadres, que ayudaban en la Huasipichana (inauguración de la casa). (I)