Comunidad
Espumilla, una tradición quiteña con sabor
REDACCIÓN DIARIO SÚPER/KARINA AMAGUAYA
Batir espumilla para decorara con grageas y mora, es un trabajo que Mónica Bautista de 47 años, heredó de su madre y abuela.
Bautista cuenta que su familia siempre vendió esta tradicional golosina de grandes y pequeños en la puerta de las iglesias de Quito. La mujer de cabello corto nunca pensó que esta sería su fuente de trabajo, comenzó a batir desde los 17 años, para poder ayudar a su familia. “Es un trabajo duro, hay que batir las claras de los huevos en una tina por una hora hasta que esté bien hechita”, dice. Ella recuerda que hubo un tiempo en el que vendían hasta 30 bandejas diarias de espumilla.
Pero, esta actividad le ha empezado a pasar factura a Bautista, pues la posición en la que tiene que estar para batir la espumilla, le ha perjudicado a su columna.
Por ello, hace unos años se compró la máquina, era fácil dejar de hacerlo, pero lo que Bautista desea es que no se pierda este dulce tradicional, y ahora hasta sus hijas han aprendido a hacer. El puesto de esta mujer emprendedora, es parte de las huecas tradicionales de Quito y estará presente en el próximo festival de La Yapa. (I)